CAPITULO CUATRO

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-¿Como haces para mantenerte tan joven? Hablo en serio, estos cinco años parece que fueron cinco días para ti - decía Shindou, uno de los pocos amigos de Sehun que eran humanos.

-Deben ser los genes- respondió el moreno, no se le ocurrió nada más.

-Y ¿Que trae el señor Sehun por estas calles?- pregunta el panadero.

-Bueno, es que uno no puede regresar a su patria. Me pareció que era de volver, no puedo dejar abandonada la fábrica por tanto tiempo, estoy al tanto de que no está llendo bien,-

-Oye ¿Y ese pendiente?- habla divertido Shindou,- Jamás pensé que te gustará usar esas cosas. Bueno, si te vemos bien, pues no se ve mal-

- Mejor no hablemos de esto- dice el vampiro medio suspirando, ahora se había acordado del pequeño que estaba en su casa. Tenía que volver, pero aún no había hecho ni las compras.
-Shindou, me voy, ya me has distraído lo suficiente,- dijo levantándose y sacando dinero de su cartera para pagar el café que había ordenado.

Su buen amigo asintió y se estrecharon las manos.

-Por cierto, ¿Todavía está contigo ese muchacho con el que viniste la última vez?-

-Si, es muy eficiente, se encarga de todo lo relacionado a mi. Bueno, nos vemos uno de estos días.- subió a su auto y doblo la esquina.

Shindou volvió a su lugar de trabajo. ¿Que clase de genes tenía la familia de Sehun? Se preguntaba el panadero. Diez años, diez años que no han dejado marca en ese hombre.

Que suerte tenía.

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Ropa, juguetes, dulces, dos cepillos de dientes, uno para niño, tres pastas dentales, todos los zapatos para un niño de cinco años de los que disponía el local.

Bueno, lo que faltaba lo mandaría a conseguir con Luhan más tarde.

Por todo lo que Sehun había comprado, un nuevo rumor había surgido.

¿Sehun realmente había regresado? ¿¡Sehun tiene un hijo!?

Los rumores explotaron y se esparcieron más rápido que la pólvora.

*. *. *.

- Los rumores se hacen cada vez más raros, ¿Verdad? - le dice a su amigo pelirrojo. -¿Mando a un sirviente a comprobar?- pregunto.

El pelirrojo dejo la copa en la mesa,- No, si es verdad que regreso, él debe venir aquí-

-¿Cree que haya logrado dar en el clavo en su viaje?- dudo el mayordomo.

Suho lo mira,-Esperemos que no-

Se levantó y con caminar distinguido, con la frente en alto se encaminó hacia su alcoba. -No estoy disponible para nadie- le dijo a su mayordomo. -Como usted diga, amo- respondió Kris.

Para cuándo Suho desapareció escaleras arriba, el mayordomo de la casa tomo la copa de donde, él antes mentado, había tomado algo de champaña, y bebió también.

Si Oh Sehun tenía pistas acerca de su estirpe, no es que sea un catástrofe, pero no era beneficioso para el señor Suho. Estirpe primero, León.

-En fin, las cosas se harían en el orden original- comento para si él castaño.

Entro en su habitación y suspiro abatido. ¿Que pasaría si todos se enterasen del linaje de Sehun?
No era algo que le agrade pensar.

Entre los vampiros hay cierto respeto hacia las castas superiores. Mientras más alta la posición, mayor el trato y los beneficios.

Vampiro: El Siniestro [sebaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora