CAPÍTULO VEINTIDÓS

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Aquella vez, cuando mi señor salió de la habitación del humano, pude escuchar sus sollozos hasta abajo. Luzbell, mantenía su expresión serena, como si no escuchase llorar a Baekhyun o no le importaba. No puedo decir cuál de las dos es más cierta que la otra.

-¿Todo está listo?- me pregunto. Le respondí que  el avión privado de Suho nos estaba esperando en en el aeropuerto hace diez minutos.

-Bueno, no aguanto estar un segundo más en este lugar. El sentimentalismo de lo que fui aquí aún está afectando me- comentó mientras se arreglaba el cuello de la camisa negra que usaba bajo el la saco color vino tinto y arreglándose un poco el cabello despeinado.

-Soy Satán, pero no por ello debo verme feo-

Abrí la puerta y él salió digno de ese lugar. Una pequeña casa en la cual vivió cuatro años en su forma más carnal, por así decirlo. Aun, como él me dijo, había rastro de lo que fue Sehun en su interior; emociones que el nunca había sentido y que no debería sentir.

No me permitió ir a darle algo de consejo sobre que podría Baekhyun hacer ahora, me dijo que lo dejara, que cuando su mente se aclarara él sabría que hacer, sabría a donde ir.
Creí que se refería a que buscaría refugio en la casa de sus padres, pero más tarde me enteré de lo que realmente significaba "sabría a donde ir".

No llevabamos nada. Todo la fachada había caído ya, no necesitábamos pues nada de ello.

Cinco minutos corriendo, bastaron para llegar al aeropuerto. Todo ya estaba listo para el despegue, no se necesito verificar nuestra identidad y que bien, porque dudo que mi señor haya tenido paciencia para protocolos aburridos de humanos.

Sino me equivoco, está sería su primera vez en avión.

Tras abordar mi Luzbell tomo lugar en su asiento y unos minutos más tarde llegue a creer que se había dormido. Se encontraba con la cabeza hacia tras y los ojos cerrados; sus dedos entrelazados sobre su regazo y sus piernas cruzadas.

Yo me dediqué a leer un libro, aunque realmente no recuerdo de que era. Todo en lo que podía pensar era en el llanto de Baekhyun y que ahora se encontraba solo. Él, si yo no hubiera sido su apoyo cuando Sehun desapareció, hubiera muerto en vida; puede que estuviera fingiendo poder seguir, siempre supe que fingía, pero al menos tenía suficiente ánimo para eso. Sin embargo ahora está completamente desamparado, no me sorprendería que me odia se, le prometí no abandonarlo jamás, pero eso fue antes de saber la verdad hacerca de Luzbell.

El viaje fue aburrido he incómodo. Mi señor se había mantenido en silencio, en la misma posición hasta que por fin llegamos a Londres.

Luzbell abrió los ojos y poniéndose de pie empezó a caminar hacia la salida.

Suho nos esperaba en la pista con un auto con la mirada clavada en la persona que él alguna vez cuidó. Aunque sabía bien que a quien contemplaba con ojos compasivos ya no era Sehun, su hijo. No, del Sehun que todos habíamos conocido ya no quedaba nada, su humor, esa humanidad que ganó viviendo con Baekhyun. Nada.

Ni siquiera la maldición de los vampiros había podido retener un poco del pasado. Ahora era Luzbell, el ángel traidor lanzado al infierno, en carne y hueso. Que venia con el propósito que por cientos de años, los vampiros olvidaron. Infectar la tierra de agonia y dolor. Aunque no sabia que en aquellos momentos también quería otra cosa..

Mi señor se paró en frente de Suho quien le mantuvo la mirada. Error.

-Quita..- dijo endureciendo ligeramente la voz más manteniendo su semblante aburrido, - esa ridícula mirada con la que me vez o te arrancaré los ojos- advirtió.
El noble vampiro se disculpó he hizo una reverencia, -no volveré a insultar le de tal manera- hablo abriendo la puerta del auto.

Vampiro: El Siniestro [sebaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora