CAPÍTULO VEINTIUNO

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Ya pasó un mes.
Bueno, veintiséis días para ser exactos.

Luhan y Sehun desaparecieron después de lo que obviamente había sido una despedida. Habían dejado sus celulares justo en medio de la mesa. Y en ninguno de sus miles intentos por contactar a Suho habían valido la pena.

Baekhyun vivía ahora con sus  padres, todo era incómodo y extraño. Reconocía el esfuerzo de los señores Byun, pero ese era un lugar donde no podía respirar tranquilamente, más ahora era lo único que tenía.

Aquella noche del día en que conoció a sus progenitores, Luhan había pedido hablar a solas con él. El humano creyendo que sería una de sus ya conocidas charlas, no se esperaba el tema que abordaron.
De hecho, jamás había creído en esa posibilidad, pero era obvio que no esperaría nunca lo que pasó. No es posible sacar el resultado correcto sin el número total de variantes disponibles.

-¿Qué crees de tus padres? ¿Son agradables?- había empezado preguntado. El castaño pareció pensarlo y en aquel entonces respondió,- Si... Ellos se veían bastante impactados y... No lo sé, fue muy extraño he incómodo- 
El rubio le miro un rato, mirada que Baekhyun no supo antes como interpretar. Otra pregunta más, -¿Te vez algún día viviendo con ellos?-

Esa interrogante alarmó al mortal, quien sin demora ni inseguridad contesto, -no, no puedo verme viviendo con ellos. Son completos desconocidos para mí y prefiero que sigan siendo lo- la sinceridad en esas palabras era legítima.

Luhan tomo aire y se preparó para formular su última interrogante y lo que sin duda detonaría las alarmas de Baekhyun-¿Arriesgarías tu propio ser, lo que eres, lo que te define para seguir a lado de Sehun, aún cuando este no sea el que conoces?-

El menor sorprendido por la seriedad retratada en la cara de Luhan, no supo responder a lo que debía. Sino más bien dejándose llevar por el miedo, trato de averiguar lo que pretendía el rubio. 

-Luhan.. ¿Que pasa? Me estás asustando-  no disimulo en lo más mínimo el temor floreciente en su pecho. El ruido de las alarmas en su cabeza se hacían más fuertes y su ritmo respiratorio se volvió errático.

El blondo le sonrió tristemente, sabía que Baekhyun reaccionaria de esa manera. Levantándose de su asiento y rodeando la pequeña mesa, abrazo al humano como jamás lo había hecho, deseando alargar el acto lo más que pudiera. Había llegado la hora, el día se estaba acabando.

Alejándose un poco y volviendo a su asiento tratando de contener las lágrimas, le dijo al castaño,- Sehun te espera arriba... Y te hará la misma pregunta-  una vez dicho eso, con la velocidad característica de un vampiro, se fue. 

Baekhyun no dijo nada, no intento llamarlo, estaba aterrado por algún motivo. Sus ojos cristalizados...

Se levantó y casi tropezando subió las escaleras hasta su habitación, donde suponía se encontraba Sehun, esperándolo.

La puerta estaba semi-abierta, dejando una rendija por donde apenas se podía vislumbrar el interior de la habitación que se encontraba a oscuras, iluminada tristemente por la poca luz opaca que entraba por la ventana, y frente a esta, se encontraba Sehun, mirando aburrido el exterior y sujetando sus manos a su espalda.

Una extraña sensación le invadió. Sintió su pulso acelerarse aún más y el aire se sentía helado.

-No te quedes ahí parado, pasa, esta es tu habitación- hablo el inmortal dando media vuelta y de alguna manera que Baekhyun en ese instante aún no entendía, la puerta por si sola se abrió.

El castaño estaba nervioso, asustado. No podía explicar muy bien esa sensación de miedo que le provocaba Sehun en ese instante.. pero ¿Por qué? Cuántas veces ya no había dormido con él, no se podían contar las noches  que sobre esa cama hicieron el amor. Entonces por qué sentía, inexplicablemente ganas de salir corriendo, huir de Sehun..

Vampiro: El Siniestro [sebaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora