CAPÍTULO NUEVE

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Pronto estuvo parado frente al palacio de su amo. Por todas las tierras que lo​ rodeaban se percibía un fuerte olor a sangre y el Gante, ardía y era consumido por las llamas.

El rubio no cabía en su impresión.

Entro apresurado por el portón y tiró la puerta principal. Casi se le vino el estómago por la boca cuando sus ojos contemplan la cruel escena montada en el salón recepción.

Parecía que alguien había jugado a la ley de las bestias "El más fuerte vive, y mata" .

Cuerpos apilados y bañados en sangre, algunos sin brazos o piernas, y unos pocos, sin cabeza. ¿Que es lo que había pasado en el palacio mientras Sehun y él no estaban?

El piso era un lago de sangre y fuego, dirían algunos, que el infierno se reflejaba en el líquido rojo.

Y aún mas importante..

-¡Baekhyun!- lo llamo a gritos, pero tal como suponía, no obtuvo respuesta alguna.

-Baekhyun ...No, no. ¡¡Baekhyun!!- siguió gritando, pero solo su eco y el sonido de las brasas consumiendo se era todo lo que se podía oír.

Se sacó sus lentes y los arrojó. No era momento de contenerse.

Su pecho se inundó de temor, y con el corazón en las manos, corrió por las escaleras encendidas, que a su velocidad el viento le hacía un camino, pero avivaba las llamas también.

En un instante estuvo en el noveno piso, buscando al humano, más todo lo que encontró, fueron un montón de habitaciones vacías.

Atravesó la puerta de la alcoba del antes mentado y rebuscó por todos lados, sabiendo -mas bien suponiendo y por razones quizás obvias - que no se encontraría nada allí.

No escuchaba su respiración, no sentía nada vivo en ese lugar. Sus manos ya temblaban del miedo. ¿En vez de llamar a Baekhyun.. tendría que buscar su cadáver?

Pero si Baekhyun muere, Sehun también.

Le temblando el pecho y le picaron los ojos, orbes pintados ahora de rojo.

Sacó con urgencia y torpeza su celular y casi rompiendo la pantalla, marco el número del azabache, quien enseguida contesto, pues había estado esperando la llamada.

-Luhan- contesto el azabache y solo eso alcanzo a decir antes de que el rubio le cortara. Suspiro, había encontrado un poco de alivio en toda la asquerosa situación en la que se encontraba. Al menos podía afirmar que el castaño seguía vivo, por ahora.
¿Pero donde estaba?

Y ahí, cuando no sabía que hacer y empezaba a caer en la desesperación, llegó hasta sus oídos el golpeteo débil de un corazón agonizante, apunto de rendirse ante la muerte.

-¿Baek?- dudo y como una figura borrosa a los ojos de un mortal, Luhan llegó a la cocina, guiado por aquellos débiles latidos.

Entonces hubiera preferido no haber seguido esa débil señal, aún si eso lo hacían un completo insensible. Díganle lo que quieran, mejor las llamas hubiesen acabado con todo antes de que él llegará.

No era Baekhyun, era Lidia.

La mitad vampiro escupió algo de sangre antes de levantar la cabeza y conectar sus ya casi muertos ojos con los del rubio. Sonrió. -No.. me mires cuando ... me veo tan débil y lamentable- le dijo ella en un intento de apartar la mirada dolida del otro sobre si. Era vergonzoso y doloroso a la vez.

-No deberías hablar. Quizás aún puedas recuperarte- hablo Luhan a penas susurrando y como la chica se lo pidió, apartó sus ojos de ella.

-No pierdas  tiempo preocupándote por mí- le dijo ella con voz casi ahogada,-Baekhyun...- el aire no estaba llegando a sus perforados pulmones. De no ser por su condición media —si así lo decimos— Lidia habría muerto hace horas.

Vampiro: El Siniestro [sebaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora