Llegaste a tu celda exhausta luego de volver de esa expedición, aunque aun era temprano decidiste comenzar a dormir ya, pues estabas cansada y lo que te reconfortaba era esa manta tan abrigadora que habías encontrado recién esa tarde en la expedición.
Te acomodaste en la litera de arriba extendiendo esa tan calientita manta que cubría el frio que ya se comenzaba a hacerse notar cuando una voz ronca te hizo voltear a la entrada de la celda.
-Veo que no pierdes el tiempo compañera-
Reíste ante ese comentario ya que como compartías celda con Daryl, este comenzó a llamarte de ese modo.
-Al menos no me congelare esta noche- dijiste subiendo la manta a la altura de tu barbilla
Daryl frunció el ceño y se acerco a tocar la manta y luego de esto se saco los zapatos y de un brinco se subió a la litera, te empujo a la pared y se acomodo en el colchón tapándose con tu manta.
-Hey, esa es MI manta- renegaste recalcando el MI
-Lo siento, pero hace frio y no pienso dormir con esa pequeña cobija. Así que duermes aquí conmigo o te vas a abajo a morir congelada- dijo con un tono de burla
Pero lo que no sabias era que las intenciones del cazador eran otras. Sus sentimientos iban mas allá de una amistad y vio esa situación para poder estar mas cerca de ti y a ti que compartías los mismos sentimientos hacia el, te pareció algo incomodo ya que, te gustaba, y no querías arruinar las cosas y que el se fuera.
Pero todos esos pensamientos se fueron de ti cuando el cazador se saco la camisa y te jalo a su pecho, con la intención de que durmieras ahí y no protestaste ya que en verdad te gustaba su actitud, y mucho.
-Buenas noches- dijo en un bostezo
-Buenas noches- respondiste antes de caer dormida en su pecho con sus manos enrolladas en tu cintura.