Te encontrabas en esa sala, en ese infierno.
Si bien vivas en la casa de Alexandria junto a Carol, Daryl y Beth. No era nada cómodo estar ahí, viendo como en esa sala, ese sillón, se encontraban Daryl y Beth juntos, abrazados.
Habías estado enamorada del cazador desde la prisión en donde habían comenzado algo muy lindo, sin embargo, luego de que fuera destruida y el quedara solo con Beth, te olvido, y ahora estaba enamorado de la rubia y te dolía ver como ellos, aunque era egoísta, eran tan felices juntos y te preguntabas porque el no te podía querer de la manera que tu lo querías a el-
-_____¿Podrías venir?- te pregunto una emocionada Beth en la cocina.
-¿Que pasa?- preguntaste.
-Se supone que no debo decirle a nadie pero quiero que seas la primera en saber ya que eres como mi hermana... Daryl y yo nos vamos a casar- te confeso emocionada.
Tu solo pudiste oír como tu corazón se partía en mil pedacitos, como lo arrancaban de tu pecho y lo pisoteaban, pero solo dijiste con una sonrisa -Genial- y la rubia te abrazo dejándote sola en el comedor.
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Te encontrabas sentada en esa mesa, con todas esas personas, pero aun así te sentías de lo mas sola, el ver al amor de tu vida casado con otra, compartiendo ese momento, te destrozaba por completo.
Solo te levantaste y dijiste que irías por algo a tu casa, pero aunque era verdad, había algo mas.
Guardaste ropa, comida y armas para poder sobrevivir allá afuera y te marchaste de Alexandria, aunque sonara infantil e inmaduro no podías soportar el ver como el se caso con otra y como se veían felices en su boda. Y solo te marchaste de ahí, sin decir nada ni dejar una nota.
