Shokugeki - One-shots -

G. Gyōza | Shinomiya/Hinako |

Sin spoilers.

Gyōza

Hinako todavía se preguntaba cómo habían terminado Shinomiya y ella en un Shokugeki contra Sōma, Takumi y Megumi por "los viejos tiempos", aunque debía admitir que se estaba divirtiendo de lo lindo. Lo último que recordaba del tema era estar sentada, admirando a Tadokoro y molestando a Shinomiya en la reunión de graduados de Tōtsuki cuando de repente Takumi y Yukihira se acercaron a ellos y propusieron el Shokugeki.

Las condiciones que habían puesto sus kōhai eran aún más interesantes: si los veteranos perdían debían contar el secretito que Hinako y Shinomiya se traían entre ellos y si ganaban podrían elegir el premio. Hinako no pudo evitar reír mientras preparaba la masa de las gyōzas que Shinomiya y ella estaban preparando. Cuando ganasen ella iba a elegir tener a Megumi todo lo que restaba del día, la joven era tan adorable y encantadora que Hinako no podía resistirse a querer estar con ella, sabía que Shinomiya elegiría a ambos chicos y los haría ver el infierno sólo por pura diversión.

El tiempo pasó y ambos equipos presentaron sus gyōzas al improvisado jurado.

Para sorpresa para ambos veteranos, perdieron. Realmente su plato estaba un poco mejor, pero la diferencia era tan mínima que "el jurado", véase Alice, Yūki e Isami, habían elegido el de sus compañeros de generación para saber el secreto. No era un jurado inparcial, sin embargo nadie pudo oponerse a la Nakiri albina. Era demasiado difícil oponerse a Alice.

Hinako suspiró y Shinomiya se cruzó de brazos, indignado.

—Venga, senpais, un Shokugeki es un Shokugeki, ¿qué os traéis entre manos? —inquirió Sōma.

Shinomiya apartó la mirada y emitió un leve bufido, Hinako, sabiendo que ya no podrían seguir ocultándolo decidió restarle importancia riendo. A continuación pasó algo que dejó a todos los presentes con la boca abierta, Hinako se abrazó a Shinomiya y éste no la apartó bruscamente y la regañó como era habitual, simplemente se dejó hacer.

—Bueno, íbamos a contarlo mañana después de la cena —empezó la chef—. Shinomiya y yo vamos a casarnos.

Y al ver que el el dueño del Shino no desmentía la afirmación de Hinako, todo el mundo se quedó mudo.

Claro, después de la impresión general hubo fiesta en la habitación de Marui del hotel en el que se celebraba la reunión.