Crónicas de Ráziel - El Secreto de un Mestizo

Capitulo 5: El origen de Ráziel

Susan estaba siendo atacada por el cadáver de Noah. Ella trataba de soltarse pero Noah la sostenía por la espalda lo suficiente para poder morderla en el cuello. La chica grito como si nunca antes lo había hecho. De pronto estaba libre y la habitación empezaba a iluminarse. Susan vio como Noah se iba regenerando su cuerpo. Se arrastró para alejarse de el y chocó con el cuerpo de Ráziel.

   -Despierta por favor, despierta. -Puso su oído en su corazón y se dio cuenta que no latía. Empezó a darle respiración de boca y darle golpes en el pecho.

   -No te molestes en salvarlo, el ya está muerto –dijo Noah mientras que se les regeneraban los ojos. -Necesito tomar toda tu sangre.

Justo cuando el hombre le sostiene la cabeza a Susan, ella grita el nombre de Ráziel, haciendo que Noah se detuviera.

   -¿Qué has dicho? –Preguntó sorprendido, dando unos pasos atrás –El es Ráziel?

   -Si, se llama Ráziel... y lo has matado. –dijo llorando.

   -Si lo que dices es cierto, pido disculpa. –habló con reverencia y se acercó al cuerpo. –hace mucho que no bebo sangre, no pensé en las posibilidades de que unos de ustedes fuera mi familia.

   -Quieres decir que Ráziel es familia tuya. –dijo angustiada aferrándose más a el.

   -El es mi tío.

Mientras tanto había despertado en un lugar extraño; era como una cueva enorme. A mi espalda entraban por una brecha un grupo de personas, de forma lineal. No podía ver el principio de esa fila, pero el final era un acantilado. Me asomé a ver; y me di cuenta de que era tan profundo que no podías ver el fondo. Algunas de las personas caían, otros eran envueltos en una luz y se iban volando hasta el cielo. Me sorprendí a ver un cielo azul dentro de una cueva.

   –Estoy soñando –Me dije.

Noté que las personas tenían un aspecto de zombis. No pude evitar dar un susto a uno de ellos, pero no dieron ninguna expresión. Agarré una piedra y justo cuando se los iba a lanzar, una voz resonó el lugar.

   -No juegues con las almas, Ráziel.

   -¿Quién eres, donde estas? –Pregunté mirando en toda dirección.

   -Soy Kalcifer, como as podido olvidarme.

   -Muéstrate!!

   -No puedo, soy una materia prima de este lugar.

No entendía nada de lo que dijo. Tenía un mal presentimiento de todo esto.   

   -Kalcifer, ¿dime en donde estoy?

   -En el abismo entre bien y el mal. Aquí llegan las personas que mueren y son divididas al infierno y al cielo.

   -Quieres decir que no estoy soñando, que estoy muerto.

   -Exacto.

   -¿Y porque no estoy con los demás en la fila?

   -Porque no tienes permitido entrar al infierno y menos al cielo.

   -Porqué no puedo entrar! –Estaba sorprendido, en mi cabeza se formulaban muchas preguntas.

   -Tú llevas la sangre de tu padre “Lucifer”. Por naturaleza no eres invitado en el cielo. Y tu padre no te permite entrar al infierno por desafiarlo a muerte.