Capitulo 6: Palermo

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   -Hijo, despierta.

Desperté en un desierto, no me dolía el pie y sentía que era más grande. Era adulto, entonces supe que estaba soñando.

   -Ráziel, hijo mío… búscame en las ruinas de Nod. –dijo Lilith acercándose para darme un abrazo. –No te olvides de tu madre.

   -¿Por qué me suceden estas cosas? –pregunté.

   -Ráziel, tu padre es Lucifer. Tu destino es gobernar al mundo junto a él.

   -Escuche que lo desafié a muerte –dije apartándome de sus brazos.

 – porque tendría que gobernar al mundo, con alguien a quien quise muerto?

   -Hijo, no creas en todo lo que te dicen, muchos quieren evitar el apocalipsis.

   -Por qué no recuerdo nada?

   -Estabas destinado a olvidar –dijo alejándose como un fantasma. –búscame en las ruinas de Nod y tus preguntas serán respondidas. 

Desperté en la realidad; no recordaba estar bajo un árbol. Me paré de golpe y me di cuenta de que aún estaba en la playa, pero no veía a Susan por ningún lado. Tampoco estaba la espada, el collar y mucho menos la bolsa.

   -Susan! –La llamé pero  no hubo respuesta.

Como era posible que lo haya dejado solo y sin dinero. Por que se fue, por qué me robó? Creía que había hecho una amistad. Pero no fue así, debí seguir siendo desconfiado. Mis lágrimas brotaron por perder una mentira. Me senté a la orilla de la playa preguntándome ¿en dónde estaba o qué haría?

   -Estas llorando? –Preguntó Susan que llegó a su espalda.

   -No estoy llorando, me cayó  arena en los ojos. –Estaba apenado, creí que se había ido -¿Dónde estabas?

   -Fui a comprar el desayuno, -dijo sentándose y sacando una canasta con pan y mermelada -quise despertarte, pero tienes el sueño pesado y no quería dejarte las cosas por si llegaba un ladrón y se las llevase.

   -Perdón, creí que te habías marchado.

   -En serio creíste que me fui? No seas un niño. –dijo  

   -He pasado por muchas cosas! –dije molesto por haberme llamado niño.

   -Por qué no comes y luego buscamos a la madre  Elena.

   -¿Buscamos?

   -Claro, te quiero ayudar ¿acaso no somos amigos?

No dije nada, afirmé con la cabeza y me lleve un pedazo de pan a la boca. Empezamos hablar sobre lo que había sucedido.

   -Adivina donde estamos. –dijo Susan.

   -Donde? –Pregunté.

   -Italia, en Palermo!. –dijo emocionada. –Noah dijo que encontraríamos a la Madre Elena en Italia.     

   -Por cierto Susan ¿Noah te dejó dicho algo sobre mí?

   -Me contó que tú eres el hijo de Lucifer y que una vez lo desafiaste a muerte y debido a eso no puedes ir al infierno, y menos al cielo por obvias razones.

   -Dime algo que no sepa. ¡Estuve muerto recuerda!. –Hable con mal carácter.

   -Bueno, Noah necesitaba que estuvieras vivo. –dijo Susan un poco desanimada por la actitud de Ráziel. –El mantuvo su promesa de guardarte los objetos hasta que regresaras. Le dijiste que le recordara sobre la madre Elena.

Crónicas de Ráziel - El Secreto de un MestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora