—Antonio, te dije que yo podía pagar mi helado—dije con mis labios apretados.
—Lo sé, pero quería comprartelo en agradecimiento a que...—se quedó callado por un momento y lo miré confundido —¡Viva la amistad!—exclamó asustandome.
—Eres raro—me reí un poco lamiendo mi helado de frutos del bosque.
—Pero adoras a este raro, lo sé, es que soy irresistible.—puso un pose de diva causando mi carcajada.
Antonio me había invitado a salir al parque a caminar, bueno, más bien él porque la mitad de la caminata obligué a Antonio a cargarme. Después quiso comprarme un helado, no sabía porqué, sólo me dijo que eligiera un sabor y me lo compró ignorando mi quejas de que yo lo podía pagar.
—Ya estoy cansado—me senté en un banco que estaba cubierto por la sombra de un gran árbol.
—¿Qué? Pero si solo caminamos como 1 kilómetro—se sentó a mi lado—eres un debilucho.—se rió y yo vive un puchero.
—Cargame, idiota, por tu culpa estoy cansado—lo apunté y Antonio me agarro la mano bajándola sin dejar de reír.
—Es malo apuntar, señorito Tom.—se paró y me dio la espalda agachándose —Sube antes de que me vuelva a arrepentir.
—¡Si!—Salté a su espalda y me agarró parándose otra vez.
—Me siento un caballo—menciono empezando a caminar.
—¡Arre! ¡Arre!—Exclamé riendo.
Antonio caminó a mi edificio entre risas y bromas. No se como no se cansaba conmigo encima. Se veía fresco y no sudaba, en cambio yo estaba hecho sopa y no había movido ninguna extremidad.
Llegamos a mi edificio y Antonio me bajó ya que el lobby tenia aire... Hermoso y fresco aire... El conserje nos dio una mirada rara y saludo. Antonio y yo le devolvimos el saludo entrando al elevador.
—No puedo creer que estés sudando y yo te cargué. Eres raro.
—¿Yo soy raro? Tu eres el que cargando mis 120 libras, con un sol de mierda, y caminando 4 kilómetros estas mas fresco que nunca. No hables de raro, Antonio Erencis.
—Callese, Tom Laurece.
Nos reímos hasta qué la puerta del ascensor se abrió. Salimos y me emocioné, otra vez, al ver un flor frente a mi puerta.
—¡Yei!—di un saltito y camine rápidamente a mi puerta. Cogí la flor, la cual era un poco rara, y despegué la nota.
—Oh, mira, es una madreselva...—Antonio habló al llegar a mi lado.—Ultimamente como que sabes mucho de flores ¿no?—lo miré con una veja alzada.
—Mira, paso mucho tiempo con mi hermano... Bueno... Mejor dicho...eh... Con sus flores...bueno no, mejor dicho con sus... ¡Bah! Solo abre la carta, quiero ver que pone ese anónimo.—frunció el ceño.
Lo miré riendome, saqué mis llames y abrí la puerta entrando. Me senté en el sofá y abrí la carta mientras Antonio agarraba la flor mirándola intrigado.
“Para Tom L."
“Tu y yo nacimos para estar juntos, y mi paciencia como la tuya no pueden aguantar, así que te pido que mañana vayas a la plaza de este lugar, y junto a la fuente me vas a encontrar."
Con cariño
Un anónimo enamoradoVolví a releer la carta diez veces y pegue un grito de adelecente enamorada.
—¡Antonio! ¡Mañana, mañana...!— me paré y empecé a saltar de emoción.
—¿¡Qué, mañana qué!? ¡Hombre calmate!— Antonio se paró sosteniéndome por los brazos tratando de que dejara de saltar.
—¡Mañana voy a conocerlo! Lee, mira, vivelo, sientelo, estoy tan feliz—le di la carta y la agarró leyéndola.
Sonrió y me miró.
—Al fin. Pensé que iba a tardar mil años— se rió y lo abracé emocionado.
—¡Antonio no sabes cuán feliz estoy! ¿Me podrías acompañar mañana? Por favor, estoy feliz ahora pero mañana estaré muy nervioso y no quiero estar solo. ¿Si? ¿Si?—Suplique.
—Claro, será un gusto, además podre verle la cara a ese anónimo por fin.
Me separé y le sonreí.
Al fin te conoceré... —pensé con alivio.
🌺
Madreselva: "Estamos hechos el uno para el otro". En el lenguaje de las flores, la madreselva representa la amabilidad natural. La de color blanco o rosa: lazos de amistad y de amor.
«Se acerca el final...»
La flor madreselva es una flor que puede parecer rara, pero en verdad es hermosa cuando te le quedas viendo. :)
![](https://img.wattpad.com/cover/31762906-288-k532852.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Flowers (Yaoi/Gay)
NouvellesY cada día, al pié de mi puerta, aparecía una nota y una nueva flor...