Flowers (Yaoi/Gay)

Flores

«Dedicado a ti, mi querido lector»

Todo era muy silencioso...

Y no hablo de que no había sonidos de carros pasando por la calle, o el bullicio de las personas que caminaban hacia su trabajo o simplemente hacían ejercicio. No.

Todo en mi mente era silencioso. Estaba en blanco y mis nervios estaban a flor de piel.
Hoy era el día. Hoy era ese día. Y a pesar de que ayer me encontraba saltando de felicidad, gritando, cantando y celebrando, ahora mismo estaba apuntó de tener un colapso nervioso, y lo peor era que Antonio no llegaba porque su hermano le pidió ayuda en no se qué y iba a venir algo tarde.

No había salido Del apartamento, me negaba a salir si compañia, sin apoyo. Miré el reloj colgado en la pared del frente y me sobresalté al sentir mi celular vibrar.

‹Ya estoy afuera› — sentí que podía respirar al leer El mensaje de Antonio y salí rápidamente del apartamento. Cerré la puerta y fui al ascensor apretando el botón mientras mi pie se movía constantemente chocando con el suelo.

El ascensor llego después de poco y se abrieron mostrando un Antonio mirando su celular.

—¿Qué haces aquí? — pregunté empujandolo devuelta al ascensor cuando vi que iba a salir mientras yo también entraba.

—Ah... pues... te venia a buscar ¿no?— se encogió de hombros y volteé los ojos.

—Se supone que yo iba a bajar y tu me esperabas en el carro, Antonio. ¿Y esa maletita? — apreté el botón de la planta baja mientras veía su que tenia una maletita chica Jansport negra.

—Tengo una libreta y unos lápices por su quiero dibujar. A veces me dan ataques de inspiración y me da rabia cuando no tengo nada con que plasmar mi bella inspiración, es una tragedia cada vez que pasa eso— sobreactuó una expresión dolida causando mi risa.

—Eres un tonto, Antonio.— mencioné riendo.

El ascensor llegó y salimos rápidamente.

—Puedo ser tonto, pero soy hermoso— me volví a carcajear al ver la pose de “diva" que hizo. En verdad adoraba que Antonio m hiciera reír en estos momentos tan tensos de mi vida.

Llegamos a su carro y nos metimos, abrí el espejo mirando repetidas veces mi cara mientras hacia muecas para tratar de relajarme un poco. Mi corazón quería explotar y ni siquiera hemos salido del edificio.

—Ey, ey, ey...— cerró el espejo— relajate, estas demasiado nervioso. Piensa mejor en... Eh... Pues mira el camino y concentrare en la carretera. ¿Quién sabe si de ahí sacas ideas para la clase de arte contemporáneo?

Lo miré con una ceja alzada tratando de decir ¿Enserio?

Antonio se rió al ver mi cara y arrancó saliendo de los estacionamientos. En todo el camino miré mis manos que se movían tratando de quitar mi ansiedad y funcionó... Hasta que llegamos.

Miré el reloj y eran las 3:23 p.m.

En la nota nunca especificaba el horario por lo que me sentía nervioso ¿Llegue tarde? ¿Temprano? ¿Orugas? ¿Mariposas? ¡Que estrés!

—Vamos, que siento que te va a dar un paro cardíaco— dijo Antonio y asentí saliendo del carro. Camine alado de Antonio para llegar a la fuente de la plaza, mientras tanto el pobre nos sabía que hacer para que me calmara.— Tom, verte nervioso me pone nervioso a mi, Dios ¡calmate!

—Eso intento desde que desperté en la mañana, genio— dije respirando

—Mira allá esta la fuente.— Antonio apunto la fuente que no estaba lejos.