Creepypastas Pokemon

La maldición de Suijune

Todo empezó una tarde, hace algunos años.

Tenía 8 tal vez 9 años, estaba aburrido, así que busqué juegos para una GameBoy que encontré en mi cuarto, encontré 2 en el cuarto de mi hermano mayor: Pokémon Zafiro y Pokémon Crystal , me decidí a jugar el Zafiro, escogí a Treecko como mi primer Pokémon, todo marchaba bien, ya estaba enfrente de el edificio de la Élite4 y guarde mi juego.

Una semana después, el juego había desaparecido, como si el GameBoy se lo hubiera tragado; a los 12 años empecé a jugar el Pokémon Crystal , todo marchaba bien excepto que algunos diálogos y todos los nombres de entrenadores, pokémon, ataques e ítems estaban cambiados, todo lo demás marchaba bien.

Le puse a mi personaje el nombre de Sean, como acostumbraba hacerlo aunque ese no fuera mi nombre real y escogí a Cyndaquil como mi primer pokémon, todo era normal hasta que llegue a las Ruinas Alfa, allí no pude acceder, armé el rompecabezas como 20 veces y el suelo no se desaparecía, a la milésima vez pude lograrlo pero no era como lo recordaba: todo estaba con una neblina y al aparecer, los unown tenían el ojo rojo y parecían tristes y preocupados a la vez. Atrapé a tres y en sus estatus decía: “los unown parecen preocupados, esperemos que no sea por que se haya desatado el horror que estuvo encerrado por varios siglos” me asusté un poco pero continué.

Fui de pueblo en pueblo, todo iba bien, conseguí 4 medallas cuando se me acabó el dinero en pokeballs y pociones así que fui a mi pueblo natal. Cuando llegué estaba un anciano casi a la entrada el dijo: oye niño, ¿has oído la leyenda del terror que estuvo encerrado por varios siglos? Se llama Suijune, no Suicune Suijune, él llega a las mentes de las personas y las aprisiona absorbiendo sus almas para poder sobrevivir, pero con una condición casi imposible de pasar, puedes liberarte de la maldición con la ayuda de los unown, la leyenda dice que si te liberas nunca deberás decir cómo o tu alma será suya por siempre, cuando entré lo vi, nunca lo olvidaré, era Suijune (o como así lo había llamado el anciano) su sprite era negro, el huyó como lo hace normalmente en la torre quemada y luego se me apareció el profesor y me dijo: “Suijune te ha echado el ojo, tienes que prepararte” inició la batalla, el tenía un Suicune de nivel 44 y yo un tentacool de nivel 10, un eevee de nivel 22, un ditto de nivel 14, un gastly de nivel 21, un poliwag de nivel 19 y mi Cyndaquil que ya había evolucionado a Quilava de nivel 25. A duras penas le gané, cuando terminó la batalla me preguntó: “esto lo encontró un arqueólogo amigo mío hace poco en las Ruinas Alfa, ¿lo aceptas? Si/No “ yo puse sí, era un TM se llamaba Cristal sombra, su animación era de un cristal negro que se dirigía a tu rival y lo desvanecía, se lo di a mi Quilava y lo aprendió a pesar de ser un ataque tipo fantasma. Así me la pasé todo el juego hasta que llegué a la Torre Hojalata, allí estaba Suijune, antes de la pelea dijo: “¿quieres ver lo que hiciste al entregarme todas esas almas?” , inició la pelea, lo enfrenté con el mismo equipo de antes sólo que mi Quilava había evolucionado a Typlosion. Impresionado me quede viendo que Suijune los vencía a todos con un ataque: “Almas perdidas” al terminar se apagó el sonido y se obscureció la pantalla y salió Suijune en una imagen casi real, como si estuviera allí, y gritó: “TU ERES MÍO” la voz pareció venir de mis propios oídos y del susto solté la GameBoy  y se cayeron las baterías, el cartucho tenía algo escrito como en idioma unown: “si logras destruir el cartucho correctamente haremos lo que se pueda para liberarte”.

Lo he intentado varias veces, no he podido saber como romperlo, siempre aparece de nuevo y cada vez que prendo mi GameBoy aparece Suijune diciendo: ”mientras más lo intentes más sufrirás”, ahora veo siempre las sombras de los pokémon que maté, nadie me cree, no puedo hacerlo, estoy condenado…