Capítulo 5 (3ra parte)

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A la mañana siguiente Albha despertó muy de mañana, justo cuando resplandecían los primeros rayos de sol. Se dirigió al baño que Alicia le había mostrado la noche anterior y lavó su cuerpo; luego de hacerse dos trensas se dirigió a la sala o a lo que parecía serlo.

—Hola —dijo saliendo de la habitación.

 Todos estaban reunidos al rededor de  una mesa en forma circular.
—esperaban a que despertara—pensó la muchacha.

Alicia se puso de pie y la invitó a sentarse junto al aciento en que se encontraba. Albha miró a todos, parecían muy serios. Su corazón poco a poco empezó a agitarse al sentir la presión del silencio que moraba y el peso de tantos ojos sobre ella, especialmente los ojos canela de Sack, le parecían intimidantes.

—Estamos aquí reunidos por una importante razón, Albha. —exclamó el anciano que había llevado a Albha hasta ese lugar en su llegada.

—Oh wuao, jamas me pasó por la mente. —dijo sack interrumpiendo.

 Alicia dirigió una mirada punzante hacia él.

Hace diesciete años —continuó el anciano—. todo lo que conocíamos como LUMBERT cambió y esto trajo consigo la enemistad entre los Berts y los Morts. Los Berts, poseíamos la habilidad para leer, pero no como un ser cualquiera, los menos experimentados eran capaces de leer y a la vez analizar cien palabras en pocos segundos.

—¿Por qué era necesario leer, de qué les servía? —cuestionó Albha.

La magia provenía de allí. Lo pondré de un modo más simple, cuando un Bert leía un libro los sentimientos encontrados en este eran transmitidos al lector pudiendo este replicar escenas del libro leído y provocar las maravillas de este como si se tratare de magia, ese era nuestro fuerte, pero también fue nuestra perdición.

—Su madre fue la culpable de todo
—interrumpió Sack—. no entiendo porque la idolatran, es sólo una mocosa; deverían tomar venganza y matarle, así al menos abrían de vengar la muerte de tantos. ¿acaso creen que una niña les va a salvar? Ja! Que ingenuos, ni siquiera sabe donde está o porqué está aquí, ni siquiera sabe quien es ella.

¡Ya callete!  —le gritó Alicia—. es sólo una niña, la asustas.

—¡Exacto! Me teme, a pesar de ser tal como me ve, me teme. Piensan que será capaz de luchar contra aquel monstruo que puede cambiar de apariencia como le plazca y conoce todo tipo de engaño y altimaña, con una apariencia tanto angelical como monstruosa y unos ojos tan quemantes como la llama. Les mostraré, yo les salvaré, sin magia.

—No sólo es necesario el coraje, la valentía y la magia. Todo lo que existe es impulsado por una fuerza que supera los límites que conocemos, el amor. —dijo Yannet interrumpiéndole.

—Él tiene razón, no seré capaz, ni siquiera con magia. —dijo Albha y todo en aquel momento se convirtió en un profundo silencio.

—¿Lo ven? ¿ Acaso un guerrero real se daría por vencido sin haber comenzado siquiera la pelea? Oh, pero esperen, ella no es un guerrero, sólo es una chiquilla quisquillosa.

Albha se pusó de pie y se volvió hacia la habitación mientras algunas lágrimas recorrían sus mejillas. Tras llegar a la habitación aún podía escuchar la discución en la sala. —Es mi culpa—pensó.

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⏰ Última actualización: Apr 23, 2017 ⏰

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