Capítulo 3 (2da parte)

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Al despertar Albha no entendía lo que había ocurrido. Ya era de mañana, pero...

—¿Dónde estoy? —dijo de pronto.

Estaba en el bosque, pero no era el bosque que ella conocía, de eso estaba segura. Se puso de pie lentamente, sentía que le estaban taladrando la cabeza.

Miró hacia todos lados.

— ¿Y  la casa?   —dijo angustiada— . Cómo es que llegué aquí? 
—Continuó—. Esta debe ser una parte del bosque que no conozco —Pensó tratando de poner algo de lógica a la situación en que encontraba.

Caminó mirándo hacia todas partes, los árboles ya no le parecían igual, eran grandes, demasiado, pensó. Los colores eran aún más vivos de los que acostumbraba a ver. Las frutas eran al igual que los árboles, grandes. Siguió caminando sin ir a ninguna dirección, dejando a sus pies caminar sin un destino, mientras su vista parecía maravillada ante todo aquello y durante unos largos momentos olvidó su extraña situación, estaba perdida.

— Es hermosa  —dijo asombrada mientras miraba un árbol de manzanas y sus tripas parecieron decir lo mismo—. Tomaré una —dijo finalmente.

Se acercó al árbol y este a diferencia de los demás era de tamaño normal así que tomar una manzana no sería tan difícil.

Tomó entre sus manos la manzana y se dispuso a darle un gran mordisco. Justo en el momento en que iba a clavar sus dientes en esta, una voz la detuvo.

¡Noo!  —Gritó una voz masculina a poca distancia.

Albha se asustó y tiró la manzana al suelo, se dio la vuelta y vio a un chico que estaba segura jamás hubiese visto antes, de ser así, lo reconocería, se dijo.

— ¡Mira lo que haz hecho!  —Gritó Albha señalando la manzana que ahora se encontraba en el piso.

—No puedes comerla  —Protestó el chico.

— ¿Quién eres?

— Es una pregunta muy profunda para hacerla a un desconocido, eres sabia.

— ¿Sabia? —Questionó Albha—. Pero yo sólo quería saber tu nombre
—Continuó.

Ah  —Dijo el chico con notable sorpresa—. Mi nombre es Yakkí.
—Dijo con una sonrisa que Albha decidió era la más hermosa que había visto.

— ¿Por qué no puedo comer la manzana?

—Es el fruto prohibido —Dijo el chico con cara muy seria.

A Albha le pareció tan gracioso esto que no pudo contenerse y empezó a reír.

— Sí, es cierto jajaja, es el fruto prohibido. —Decía entre risas—.  De pronto notó que Yakkí no había hecho ningún gesto con su cara y esto la llenó de vergüenza.

Disculpa... —Le dijo con voz apacible—   Es sólo que eso fue hace millones de años, según sé es parte de la historia de la humanidad, está en el libro de Génesis.

—Sí —Dijo el chico y una vez más sacó a relucir su hermosa sonrísa.

— Así que... crees que comer la manzana está mal porque es el fruto prohibido. —Dijo Albha mientras daba la vuelta alrededor de Yakkí observando su cuerpo.

— No, dije que está mal comerla, no dije el porqué —Dijo el chico con los ojos fijos en Albha que ahora se encontraba en frente suyo.

Albha tomó aquello como una burla y se dispuso a seguir su camino. Yakkí sólo se quedó mirándole y le gritó.

— ¡Heyyy! Creo que olvidas algo —Dijo alzando en sus manos un libro.

— ¿!Qué¡?  —Gritó Albha alterada mientras su ritmo cardíaco empezó a aumentar—. ¿De dónde lo sacaste?
—Questionó.

— Tú lo has traído —Respondió Yakkí mientras colocaba el libro entre las hojas y daba media vuelta con intención de marcharse.

Albha se acercó corriendo y tomó el libro entre sus manos para luego ir tras Yakkí.

—¡Espera!  —Gritó y Yakkí se detuvo mas no se dio la vuelta.

— ¿Sí? -Inquirió.

Albha se colocó en frente suyo.

— Estoy perdida, bueno, no exactamente perdida, pero no sé donde estoy, es que... —Hizo una leve pausa—. Anoche fui al lago y luego
—Por un momento recordó lo del libro y decidió que sería mejor saltarse esa parte—. Tropecé con una roca y al caer perdí el conocimiento... luego al despertar estaba aquí y nunca había venido a esta parte del bosque... ¿Puedes ayudarme?

— No puedo ayudarte, tú has venido para ayudarme a mí, bueno, a todos.

—¿!Estás loco¡? —Exclamó alterada—. ¿Qué parte del bosque es esta?
—Continuó.

—La oscura.

Albha guardó silencio y un escalofrío recorrió su cuerpo.

— ¿A qué te refieres con oscura?
—Dijo titubeante.

— Es la parte dominada por Mort, no entiendo porqué entraste por aquí, todos esperaban tu llegada en la entrada de Luz.

— ¿Todos? ¿Quiénes son todos? ¿Qué es la entrada de Luz? ¿Mort? ¿Mi libro?

—¿No crees que son demasiadas preguntas?

— Sólo los tontos responden una pregunta con otra.

Yakkí ignoró por completo el comentario de Albha y empezó a caminar.

—¡Oye no me ignores!  —Gritó Albha a sus espaldas.

— No lo hago. Ahora basta de preguntas y sígueme.

—Ni siquiera te conozco y esperas que te siga. Esto es nuevo.

—Te salvé la vida.

— Era una simple man... uffff  —Bufó.

— ¿Te quedarás allí o vendrás? —Dijo Yakkí mientras se acercaba a un manzano y luego colocaba la fruta entre sus dientes.

—¡Pero dijiste que era malo comerla!

-¿Ah?¿ Esto?  —Dijo despreocupado mientras miraba la manzana—. Es sólo una simple manzana. 
—Continuó.

Albha quería desahogar toda la frustración que contenía, no entendía que había diferente entre esa manzana y la que ella tenía. Finalmente decidió seguirlo y a diferencia de las otras veces, caminar en el bosque se le hacía difícil, puesto que no conocía su camino, se enredaba constantemente en raíces y chocaba con una que otra rama.

— ¿A dónde me llevas?  —Dijo Albha luego de llevar un largo rato caminando tras Yakkí y este sólo se limitó a caminar en silencio.

Después de un largo silencio y a la vez largo camino, Yakkí habló a Albha.

  — Pensé que serías más inteligente pequeña salvadora. Bienvenida a LUMBERT.

— ¿LUMBERT?

LUMBERT (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora