Capitulo 5: La fiesta.

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~ELIZABETH~

No dormimos casi ya que estuvimos toda la noche hablando sobre lo que sucedió ayer. Una pregunta inundaban mi mente y no conseguía sacarla ¿Por que harían eso?. Me imaginaba mil respuestas diferentes, pero ninguna me parecía la correcta.

-Eli, tenemos que ir a desayunar-

La voz de Mia hizo que volvería al mundo presente y mis pensamientos embotellados desapareciesen.

-Tienes razón- afirme.

Coloque mi mochila en mi hombro. Subimos al ascensor y llegamos en menos de cinco minutos al comedor. Tenía mucha hambre y quería mis cereales. Me serví una buena ración y nos sentamos en nuestra mesa de siempre. Antes de que una cucharada de misl deliciosos y muy Sabrosos cereales tocasen mi boca una chica de pelo rizado no identificada se acercó y se sentó en nuestra mesa.

-Hola, No parecéis como dicen los rumores, acaso que estéis muy bien conservadas- habló sin ningún rodeo.

-No me lo puedo creer, ¿ese maldito rumor otra vez?- susurró Mia exasperada.

-oh y Perdonad mis modales, me llamo Kristen, encantada- dijo con una sonrisa.

-Yo soy Elizabeth- me presenté.

-Mia-

Después de decir eso, mi amiga siguió tomando sus cereales de chocolate tranquilamente.

Oh y hablando de lo de los rumores. Llevábamos aquí una semana y ya nos han tachado de viejas seniles muy bien conservadas que tiene ocho gatos en su habitación. (Que por cierto no se pueden tener animales, así que lo hace todavía más estúpido). Pero esto llego a tal punto que el hermano pequeño de uno de nuestros compañeros llamó yaya a Mia, casi mata al niño. Todavía no sabemos quién originó todos esos rumores pero por la seguridad de esa personas mejor que no lo sepamos nunca.

-¿Os habéis enterado de lo de esta noche?- Habló Kristen en voz muy baja.

Mia y yo negamos.

-Hay una fiesta en el bosque detrás del internado, no hay profesores ni supervisión de ningún tipo-

Un sonrisa de ilusión apareció en mi rostro.

Un chico rubio con cabello alborotado y ojos marrones se acercó a Kristen. Él Era bastante mono.

-Tenemos que irnos- habló serio.

-Está bien, dame un segundo- le contestó. -Es a las Díez y media de la noche, espero veros por ahí-

Finalizó la conversación y agarro su mochila para marcharse.

Me acerqué a Mia todo lo que pude.

-Tenemos que ir, nos puede ayudar a despejarnos de todo lo que pasó ayer- comente con el mismo tono e ilusión que el de una niña de cinco años.

-Está bien, iremos- confirmó después d e unos largos segundos de espera.

-Perfecto-

El timbre empezó a sonar y nos colocamos nuestras mochilas en los hombros. Listas para que el día empezará.

Sinceramente creo que os mentiría si os dijera que el día paso rápido. Solo quería que llegara la noche y pudiéramos irnos de fiesta. Pero todo pasaba tan lento. Estaba a punto de darme cabezazos contra el pupitre de pura frustración y ganas contenidas. Pero al fin llego la hora de la cena. Comimos a la velocidad de La Luz y ya nos encontrábamos en nuestra habitación.

-Son las nueve y media, tenemos una hora para ducharnos prepáranos y salir- comenté a la vez que me quitaba la ropa y entraba al baño.

-Está bien-

Nos duchamos y lavamos el pelo. Al acabar Enrolle mi cuerpo en una toalla y salí de la ducha. Me fui directa a nuestro armario, nada más abrirlo un olor tan característico vino a mis fosas nasales. Olía a Logan. Sacudí mi cabeza para que ese pensamiento saliera. Creo que me estoy obsesionando con él. Pero es tan guapo... ¡NO!, Eli céntrate, no pienses en él. Me di un par de golpecitos en la cabeza y reaccione.
Mia se acercó a mi y empezó a observar nuestra ropa. Empezamos con un vestido azul clarito y acabamos con todas las prendas del armario en el suelo. No había nada que nos convencía y el tiempo no esperaba a nadie. En un intento de desesperación incline mi cuerpo para poder buscar más a fondo en el armario. Pero si seguía así iba a acabar en Narnia. En una esquina oscura, muy al fondo dos vestidos aparecieron. Alargué mi brazo y los saque de un tirón. Mia nada más verlos, sus ojos brillaron y sin pensarlo dos veces agarró el vestido corto color esmeralda y salió corriendo al baño. Yo me probé el que quedaba. Me fui instintivamente al espejo de cuerpo entero que teníamos en la pared. Era uno negro apretado, que gracias a Dios era un poco largo y no se me veía medio culo. Un montón de lentejuelas lo adornaba haciendo que brillara con La Luz. Tenía escote de pico y sin mangas. Me hacía unas piernas largas y se moldeaba a mi cuerpo de una manera impresionante. Mia salió del baño con un precioso vestido esmeralda corto de tirantes con escote de corazón. La tela era fina y parecía que flotaba. Habíamos encontrado al fin el vestido ideal.

-Madre Mia, que vestidos tan bonitos- dijo Mia asombrada.

-Tienes razón-

Mire la hora de mi reloj y teníamos veinte minutos para darnos los últimos retoques. Yo me puse uno "tacones" (por llamarlos de alguna manera) de color negro que por suerte no eran muy altos y al menos se podían andar con ellos. Los de Mia eran parecidos a los míos pero de color blanco. Nos fuimos a nuestro retocador. Nos pusimos Un poco de rímel, yo me pinte los labios de color rojo terciopelo, mientras que Mia de un color rosa pálido. Y por fin estábamos listas. Abrimos la puerta de nuestra habitación y asomamos la cabeza. Asegurándonos de que no hubiera ningún profesor cerca. Todo estaba despejado. Así que salimos. Nos dirigíamos al bosque. Un montón de estudiantes estaban adentrándose ahí. Andamos durante unos cinco minutos y llegamos al lugar. Todo decorado con farolillos luminosos enredados en las ramas de los árboles. Mesas de madera llenas de bebidas de todo tipo. Música electrónica sonando de fondo y la gente bailando sin descanso.
Yo agarre una lata de refresco, ya que alcohol me volvía muy muy idiota. Más de lo que ya era. Me senté en uno de los bancos y empecé a juguetear con mi lata. Intenté buscar a Kristen con la mirada, pero no aparecía por ningún lado.

-Oye Eli, quizás están aquí  Zac y Logan  podríamos hablar con ellos de todo lo que pasó ayer...-

Sus palabras me impresionaron un poco, aún que tenía razón, hablarlo era la mejor manera.

Me levante segura y deje mi bebida en el asiento, Mia me regaló una mirada fugaz y nos pusimos en marcha. La mejor manera de encontrarlos era adentrarnos en el corazón de la fiesta, pero era complicado hacerse paso. El olor alcohol inundaba toda la estancia, los gritos de las personas y golpes no eran muy agradables. Mia se paró de repente. Me giré y pude ver su cara de horror. No entendía que estaba pasando con ella. Hasta que también lo vi. Zac y Logan, besándose con Caroline y Nancy en una esquina. Las tripas se me revolvieron, no quería ver nada más. Me quité los tacones y empecé a correr, saliendo de la fiesta. No me importaba lo húmedo que estuviera la tierra que pisaba o la piedras que se clavaban. Cuando mi cuerpo ya no daba más de si, me senté en el suelo. Por suerte Mia estaba detrás de mi.

No entendía que sentía, rabia, asco... Y no sabía porque. No soy su novia. ¿Pero por que me duele tanto el pecho?.

Mia tan solo se mantuvo a mi lado, guardando silencio. Y no necesitábamos más. Solo nuestras compañía. Pero una cosa tenía clara, ellos nos habían hecho daño.

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