Capitulo FINAL -Destino-

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~MIA~

No oía nada, solo podía sentir las lágrimas descontroladas de Zac chocando contra mis mejillas, como me agarraba de la mano con fuerza. Sentía frío mucho frío. El intenso color rojo adornaba mi camiseta blanca de tirantes, estaba totalmente empapada de sangre. Una pregunta se apoderó de mi mente. ¿Había muerto?.

~TRES HORAS ANTES~

-Eli, No comas tan rápido, te vas atragantar si sigues así- dije intentando quitarle el trozo de pan que estaba devorando.

Pero ella solo me esquivaba, nadie le tocaba su preciada comida.

-No quiero- habló con la boca llena intentando tragar.

Puse los ojos en blanco, ¿Por que me tengo que hacer cargo yo de esta cosa?, me dije intentando tranquilizarme.

Llevábamos ya cuatro días en este mundo, ninguna de las dos teníamos ni idea de lo que había pasado con nuestros cuerpos, solo nos habían dicho que están en una camilla de hospital, y yo odio el olor a hospital, huele a desinfectante.
Se supone que hoy íbamos a regresar, sinceramente todavía no sé muy bien de porque estamos aquí, aún que por una parte lo agradezco, un par de días más en el internado y me hubiera vuelta loca por completo por culpa de la psicóloga y las tres jinetes del Apocalipsis creando rumores entupidos de nosotras.

Unos pasos retumbaron y un montón de ángeles con armadura entraron por la puerta del comedor, llevaban sus cascos en la mano haciendo visible su rostro.

En este mundo no había ni una sola persona fea, todos son guapos y hermosos. Al principio era increíble pero terminas cansándote de esas caras hechas de porcelana.

Un chico se hizo paso entre los guardias y se quito su casco, su pelo gris largo caía por sus hombros, cejas finas de color plata que contorneaban sus ojos azules junto con su piel blanca perfecta, como el mármol. Tendría alrededor de unos veinte años.

Otro chico increíblemente atractivo que va directo a la lista de los tíos buenos que he visto hoy, ¿cuantos serán ya? Más de 8 por lo menos.

Puso su casco en la mano y se acercó a nosotras con paso decidido. Tenía una capa atrás de color azul aterciopelado que parecía que volaba cada vez que andaba. Sus alas estaban en su espalda, eran largas y casi rozaban el suelo. Su armadura era pensada y sonaba cada vez que se movía. En unos pocos segundos se encontraba  frente a nuestra mesa, Eli trago pesadamente por el asombro.

-Humanas, hoy es el día del juicio de Zac Walker y Logan Baker, tenéis que venir con nosotros- habló el chico con voz grave.

Es lo que nos dijo Damond cuando fue a por nosotras, además Logan también comentó anteriormente de que ese juicio se iba a hacer porque infringieron normas por nosotras. No pude evitar cerrar los puños con fuerza, era  una mezcla de arrepentimiento y culpabilidad.

Me levante de mi sitio y mire a Elizabeth que estaba en frente mía. Mis ojos valieron más que mil palabras. Mi amiga se levanto y se posicionó a mi lado, sus ojos verdes brillaban por la blanca luz que entraba de los ventanales.
Un montón de soldados nos rodearon, haciendo que estuviéramos en el centro de ese gran círculo de armaduras de hierro y plata.

-Comandante, tenemos que estar en la sala del juicio en minutos- habló de repente un chaval haciéndose paso entre los soldados que nos rodeaban.

Se le notaba nervioso, estaba muy recto y formado enfrente suya.

-Está bien soldado, puede retirarse- habló a su vez firmemente sin detener el paso.

Hizo una pequeña reverencia y se marchó.

LO QUE NOS OCULTAN LAS NUBES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora