Monólogos de una chica suicida...

Fin del camino.

¿Cómo es que el tiempo se acabó? ¿Cómo fue que el mundo me recibió con los brazos abiertos, cuando semanas antes, me daba la espalda? ¿Por qué aprecié tantos momentos felices y ahora son apenas un susurro que se agota por cada paso que doy? 
Hay cosas que no entiendo, y parte de esas cosas fueron importantes para mi.
No entiendo cómo fue que este día llegó... Lo esperaba, he de admitirlo. Lo esperaba en mis momentos más oscuros, en esos momentos en donde sólo unas líneas me hacían sentir viva. Ansiaba este día, me pase semanas pensando en cómo iba a hacerlo...
¿Y ahora? Me encuentro pérdida en un vacío que no es capaz de llenarse con todos los pensamientos que están en mi cabeza. Es un vacío aun más profundo. Un vacío existencial.

Recuerdo que hablé de este día con alguien, recuerdo no haberle dicho fecha ni horario. Solo decirle lo que haría. Recuerdo su tristeza en su tono de voz, y recuerdo la serenidad de mi cuerpo al nombrar aquello.

Debería empezar a agradecer, a disculparme, a decir mis más grandes sentimientos por escrito... Pero lo estoy guardando, para poder quebrarme por completo y tener aún más razones para odiarme.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que dije un "estoy bien" verdadero?¿Cuántos días he logrado mantener mentiras en mi boca sin inmutarme?

No he cambiado, solo he estado esperando este día con todas las ganas que sentía perdidas. Aquellas ganas que me negué a demostrar cuando me decían un "te quiero" o cuando me llenaban de abrazos... De risas que recordaré hasta que ya no esté en este plano... Gracias. Realmente gracias.

No sé cómo afrontar esta situación, bueno, realmente si sé cómo hacerlo... Lo que no sé, es cómo lo afrontarán ellos cuando se den cuenta que no había solución en mi. ¿Estarán bien con esta decisión egoísta?

Haganles saber que no tienen la culpa de nada, pero la muerte se acercaba a mi como un león a su presa... Asechandome desde la sombra más oscura. Por las noches susurrando a mi oído palabras de odio y de temor. Abrazándome en esos momentos que no había nadie que me diera una mano... Siempre allí: respirando en mi nuca.

¿Este es el fin?
¿Este es el final del camino?

Hasta aquí llegue... Ya no puedo alimentar estos escritos... Ni hoy ni nunca...

Buenas noches y buena vida.