Capitulo 2.💀

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El timbre sonó, era el término de química. Al fin receso, moría de hambre.
Tomé mis cosas y salí directo al área de casilleros junto con Taylor.
Al llegar, ambas cambiamos de asignatura y nos dirigimos hacia cafetería.
-Hey Taylor.- Me pare frente a ella y la mire fijamente.- ¿Por qué le temes a Mendes?
-¿Cómo que por qué?.-Frunció el ceño.- ¿Acaso no has escuchado todo lo que se dice de él?.- Preguntó irónicamente.-
-Pues si, pero vamos, no es para tanto, son solo rumores, digo, ¿a quién no le gusta hablar?.- Sonreí alzando las manos.-
-Si, tal vez tengas razón, pero la gente no habla por hablar, si lo dicen es por algo, tienes que ser más consciente de las cosas Payton, deja de tomar todo a juego.-Me apuntó con su dedo índice formando una cara molesta.-
-¿Te doy un consejo?.- La miré- No creas en todo lo que escuchas, querida amiga.- Sonreí y caminé hacia una de las mesas desocupadas que había.
Observé como Taylor se molestó por mi comentario y se dirigió hacia los sanitarios, dejándome así, completamente sola.

Me acerqué hacia la señora que servía la comida, tomé mi bandeja, y una vez que estaba llena, la llevé hacia la mesa que había apartado con mis libros.
Había olvidado los cubiertos , vaya que inteligente.
Me levanté nuevamente y tomé unos de la barra donde se encontraban los ingredientes para preparar los almuerzos, al girarme y dar algunos pasos, choqué con un cuerpo más alto que yo.
Sentí como inmediatamente todos los chicos que se encontraban ahí se quedaban mirando atentos aquella escena.
-Auch.- Fue lo único que dije, sobaba de mi frente.-
-Oh lo siento, no te vi discúlpame, ¿te encuentras bien?.- Preguntó aquel chico de hermosos ojos color avellana.
-Ahm, pues si gracias, solo fue un pequeño golpe, pero estoy bien.- Contesté nerviosa, sentía como mi respiración chocaba con la de él.-

Levanté la mirada y observé detenidamente el aspecto de su cara.
Al parecer se notaba, ¿preocupado?
Vaya quien lo diría, el chico mas rudo de la escuela, preguntándole a una chica si se encontraba bien.
Y bueno, mas si no se trataba de cualquier chica, si no de mi, con la que había discutido hace unas horas.
Me giré nuevamente hacia mi mesa y continúe mi camino, al sentarme pude localizar a Taylor junto a Jack Gilinsky, uno de nuestros mejores amigos, aunque la verdad, yo sabía que el moría por Taylor.
Ambos giraron a verme y les hice una seña para que se sentaran conmigo, ellos sonrieron y en cuestión de segundos ya se encontraban ahí.
-¿Cómo te va Jack? Hace tiempo que no te veía.- Sonreí comiendo un poco de ensalada.
-Oye tranquila, solo ha pasado un fin, y bueno en lo demás como  siempre, clases, entrenamiento por las tardes, lo normal, y ¿a ti qué tal Pay?.- Me mostró su linda sonrisa.-
-Bueno, para mi es una eternidad.- Rodee los ojos y bufé.- Pues digamos que estoy en las mismas que tú.- Alce los hombros.
-Genial, por algo somos mejores amigos.- Sonrió.-
-Taylor, ¿te mantendrás callada todo el almuerzo?.- Pregunté mirándola.
-Tal vez.- Musitó con la mirada baja.
-Hey, Tay lo siento ¿si? No quise hacerte enfadar o algo así, solo que a veces no entiendo cómo es que le temen tanto a ese chico, ni siquiera causa nada.- Recordé lo qué pasó unos minutos atrás y mi expresión cambió drásticamente.
-Oh bueno, por lo menos sé que miedo no.- Dije en tono nervioso y mirando a ambos
-No es eso Pay, solo que a veces crees que todo es como tú quieres que sea, pero en ocasiones, tienes que aceptar la realidad.- Levantó la mirada y su cara se mantuvo sería.
-Bien, bien tienes razón, puede que en ocasiones sea así, pero ¿podemos por favor olvidar ese tema y estar bien con nuestra amistad por favor?.- Suplique juntando mis manos y tomando las de ella, formando un pequeño puchero y fingiendo sonidos de cachorro.
-Bien, solo porque sabes que no me resisto a tu maldita cara de perro hambriento.-Sonrió.-
-Bien ahora que mis dos chicas están reconciliadas, hora de almorzar mis queridas damas.- Sonrió  y comenzó a comer su sándwich.
-¿Mis dos chicas?.-Lo miré levantando las cejas y sonreí pícaramente.
-Oh Pay por favor no empieces.- Dijo atragantándose con un pedazo de sándwich.
-Bien, solo porque aún no estás listo.-Sonreí.
-¿De qué hablan?.-Preguntó Taylor.
-Cosas de nosotros.- Contestamos al unísono.

[...]

Narra Shawn:

Me dirigí rápidamente a cafetería después de terminar la clase de química, tenía bastante hambre.
Al acércame al área de bandejas, choqué con una chica, un poco mas baja que yo, al principio quería gritarle que se fijara por donde caminaba, pero al darme cuenta de quien se trataba, opté por preguntarle si se encontraba bien.
Al principio ella me miró un poco confusa, o ¿nerviosa? No estoy muy seguro.
De lo que si estoy seguro es de que posee los ojos cafés mas hermosos que jamás había visto, brillaban intensamente y juro que era mejor que un cielo con estrellas.
Se que muchos se preguntarán cómo es que un chico como yo hable todo esto si se supone que no debo tener corazón, pero hey, todos los seres humanos venimos al mundo con sentimientos ¿no?
-Mendes. Mendes. Mendes ¡con un carajo! ¡Te estoy hablando joder!.- Gritó tras golpearme el hombro.
-Oh lo siento hermano yo, estaba distraído.- Sobé de mi hombro tomando un poco de jugo.
-Si ya me di cuenta, ¿en que o en quien tanto pensabas eh?.- Preguntó alzando una ceja.
-En nada ni en nadie Camerón.- Contesté fríamente.
Me levanté a tomar un popote de la barra cuando escuché algunas risas en la mesa de la orilla, giré detenidamente y pude observar la escena.
Y ahí se encontraba ella, sonriendo como siempre.
¿Cómo es que simplemente ella esté ahí, sonriendo y se vea tan jodidamente hermosa? Carajo.
En segundos, su mirada se encontraba chocando con la mía.
No pude evitar sonreír al observarla, se veía tan feliz, que me transmitía su hermosa sonrisa.
Ella seguía mirándome como esperando alguna respuesta por mi parte, pero yo seguía sonriéndole.
Y¿ les digo algo? En mi vida he cometido bastantes estupideces, pero ninguna como esta.

"No te tengo miedo Mendes".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora