Después de algunas indicaciones del doctor, Aria abandonó el hospital. Al llegar a casa lo primero que hizo fue tirarse sobre su reconfortante cama e inhalar ese aroma al ambiental de primavera que rociaba por su habitación.
- Que bien se siente regresar.
Se dijo a si misma, William la llamó. Con pesadez la chica tomo su celular y contesto.
- ¿Que tal la Life? - Preguntó William con diversión.
- Cada día me asusta más... Pero bueno, ¿Que tal la escuela?
Y de forma muy animada le explicó que la única con suerte no era ella.
- No soló tú faltaste durante una Semana. ¿Recuerdas lo que nos dijiste a Erick y a mí?
Ella asintió, pero claro, su amigo no podía verla así que simplemente le indicó que siguiera.
- Pues bien, me rompí la muñeca. Mes y medio con este yeso.
- Wow, William lo siento mucho por tí. Pero estas bien eso es lo importante.
- No te preocupes todo Cool. Además me enteré que estuvieron de Luto esta semana y no avanzaron mucho.
Tan solo recordar la sangre esparciéndose por las escaleras y el cuerpo de aquella chica con los ojos abiertos y expresión a dolorida no la reconfortaba mucho que digamos.
- No puedo creer que este muerta.
- Ni yo, pero así es la vida. Aria, tengo que irme. Si necesitas algo avísame.
- Gracias William, lo mismo para ti. Mejórate.
Llegó el día de reintegrarse a las clases, realmente a ella se le hacían fácil las clases y no le costaría demasiado.
Caminaba por los anchos pasillos del instituto, ignorando las miradas y los murmullos. La vio de reojo, notó que Angie la observaba pero al chocar las miradas inmediatamente cerro su casillero y salió a toda prisa
Aria quería perseguir la. Pero una chica de cabello oscuro y ojos marrón llamo su atención. La otra chica le sonrió tímidamente, sacó algo de su casillero y lo escondió bajo su manga.
A pasos lentos se acercó a otra chica con el cabello color cobre que estaba de espaldas, la tomó del cuello y le coloco una navaja en el mismo.Aria se frotó los ojos y después en un pestañeó todo seguía normal. Las visiones son subjetivas, las demás personas pueden cambiar el destino de otras.
Aria inhaló profundamente y se dirigió con la chica de cabello oscuro.
- Hola. - La saludo.
- Hola.
Se notaba que quería irse, más no sabía que Aria haría todo lo posible porque ella no matara.
- ¿Cual es tu nombre?
- Zoey. - Respondió mientras jugaba nerviosa con sus manos. - ¿Necesitas algo en especial?
- No, simplemente quería hablarte.
Mintió, pero con eso fue suficiente ya que el timbre sonó y todos empezaron a ir en dirección a clases. Aria suspiró aliviada mientras que la otra chica sólo golpeó su casillero con fuerza.
El día siguió normal, estaban empezando la tercera hora, lo cual significaba gimnasia. Fue a cambiarse y entro a la cancha donde estaban colocando una
red.- Voleyball - Comento Erick a su derecha. - Me gusta, prefiero esto antes que el fútbol.
- Yo digo todo lo contrario. - Agrego Carolina.
