Corre, huye de los sentimientos.

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Son las 8 de la mañana y ya esta todo listo en el camión de mudanzas, las cosas de Adam y las mías. Parecía como si fuéramos un par de enamorados llenos de ilusión. Realmente si estaba emocionada.
Esta semana había estado empacando, no había tenido tiempo de hablar con Adam a cerca de la manera en la que viviríamos o que clase que relacion tendriamos. No es como que quería que fuéramos amigos pero por lo menos quería dejar en claro la cosas.
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Más o menos tardamos unas 6 horas para mover nuestras cosas y considerando que solo éramos nosotros dos y el señor que manejaba pues no éramos muy rápidos.
Así que justo a las dos de la tarde tiniamos todo en el apartamento, el camión de mudanzas se fue y nos tiramos en el sofá.

-Bueno Adam, Creo que eso es todo, ahora quiero hablar

-Habla

-Bueno, ya que no me quedo otra opcion mas que vivir contigo, creo que, mas bien, estoy segura de que necesitamos reglas

-¿Que tipo de reglas?

-Bueno, estas son mis reglas.

1.-esta prohibida la entrada a mi habitación a menos que sea algo urgente, como que se esté incendiado  a la casa.

2.- Queda completamente prohibido meterse en la vida del otro.
3...

-Leen se supone que estaremos juntos, ¿no se supone que debemos estar unidos? Porque bueno, a mi no me gustaria sentrir que vivo con una desconocida, tu no te preocupes si no es urgente no entraré a tu cueva, y ok, tu vida no es mi asunto.

-Bien, ¿tienes algo mas que decir?

-Si

-¿Que?

-También tengo reglas, de acuerdo solo es una y muy fácil. NO METER A NINGUN CHICO

-No tengo problema con eso Adam, mis amigos tienen su propio apartamento. Así que si no hay más que decir, terminaré de desempacar.

Eso no pareció agradarle a Adam, abrió la boca para decir algo pero la cerro enseguida. Subí a mi habitación y cerré la puerta. No necesitaba poner seguro, confiaba en mis reglas. Al revisar mi celular tenía 2 mensajes de Greg, un compañero de mi clase. Solo quería salir por un café, realmente no estaba de humor.
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Pase horas desempacando y mi estómago se sentía como un hoyo negro capaz de comerse cualquier cosa. Y por mil demonios, el olor a pasta que venía de abajo me llamaba. Así que dejando a un lado mi orgullo bajé.

-Ammm hola

-¿Que hay?

-¿Que haces Adam?

-La cena, supuse que tendrias hambre y yo tambien asi que hice Espagueti al pesto. Sientate,en un momento voy .

No podía negarme el placer de comer una pasta, además olía tan bien. Y debo permanecer en mi papel. A esta nueva yo no le afecta en nada que el que creia el amor de su vida le haya hecho pedazos el corazón y tampoco que esten viviendo juntos. Si sigo molestandome con el parecerá que aún lo amo. Y aunque sea cierto, él no tiene que saberlo.

Terminamos de cenar y nos pusimos a levantar la mesa.
Estábamos​ lavando los trastes y...

-Leen ¿que pasa?, no hablaste en toda la cena

-Solo es cansancio, no sabia que cocinabas. Estuvo delicioso.

-Bueno gracias. Es algo que aprendi estos ultimos 6 meses . De todas formas yo hice la cena, así que tu mañana haras el desayuno .

-De acuerdo.

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Me levante pues mi despertador sono eran ya las 5 de la mañana, me empecé a aalistarpara salir a correr.

Alguien toco a la puerta. Ya sé que es Adam, es decir. Somos los únicos aqui.

-¿Que?

-¿Ya te cambiaste?

-Por supuesto que sí. ¿Que pasa?

-Iré contigo a correr.

Mierda.

Bajé y entre directo a la cocina.

-Buenos días.

-Buenos días Adam. ¿Así que decidiste correr conmigo?

-Si, me parece algo bueno para romper el hielo.

-Bueno, normalmente desayuno fruta y algo de jugo ¿quieres algo diferente?

-En realidad no, me gusta la fruta.

Otra vez tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora