Otra vez tú.

¿Puedo seguir?

Un mes...

Ha pasado un mes desde que deje a Adam en aquella casa del bosque. Desde ese día no le he visto, ni el a mi. Al menos eso es lo que yo se.

Cuando supe que Adam tendria mas que simples sueños para el futuro, me volví loca. 
A pesar de que lo deje atras, todas las noches me atormenta el giro de 180º que dió su vida.

¿Que paso?

En resumen, esa misma noche saque todas mis cosas del apartamento. Me fui a un hotel y le dije a mamá que iría de viaje para despejarme. Mamá no dudo de mi ni un segundo y solo me dijo que fuera con cuidado. La semana siguiente estuve buscando un apartamento, encontré uno un poco lejos de la universidad pero de esa manera era mejor, para no tener que encontrarme a Adam en el supermercado o algo parecido.

Hice movilidad de las materias que compartía con Adam a otro campus, por lo que no le he vuelto a ver ni la sombra. 

Algo en mi sabia que Adam me amaba, lo demostraba y la verdad que yo también lo amaba, lo amo. Pero de esta marera era mas fácil, el no tendría que pasar por la penosa elección entre su bebé y yo. Hubo un momento de debilidad en el que pense que podria ayudarle a Adam con su gran responsabilidad. Pero pienso las cosas dos veces; mis planes estaban muy lejos de eso. 

Mamá ya lo sabe, ella solo esta en medio, me ha dicho que quiza me precipite a tomar esta decision, pero igual me apoya. Y es que la vida se trata de tomar decisiones, aunque a veces esas decisiones te rompan y te mantengan despierta hasta altas horas de la noche peronsando en que habiria pasado si...

En mi caso ¿Que habria pasado si me hubiera quedado?

Mi celular suena, es Missy.

-Hey Miss

-Leeleelee -Su voz canturrona anunciaba algo divertido seguro, últimamente he salido mucho con Missy.  El simple hecho de quedarme sola en casa me daba mucho tiempo para pensar en Adam, no era justo. Mas para el, no ayudaba el solo pensar en el. Así que solo salia y me distraía. - Esta noche los Omega Howl harán algo grande en el  luxury, Obvio vienes.

Mas allá de que ponerme o como irme o a que hora llegaría, por mi mente pasaba la unica cosa que iba mas allá de mi cordura ¿Adam etaria? Y es que a pesar de que hui sin detenerme a pensar que era lo mejor, a pesar de que quería sacarlo de mi vida, siempre tenía la estúpida y casi apagada esperanza de que me encontraría a Adam.

-Por supuesto Mimy, estaré por ti a las 8 ¿De acuerdo?

-See, te veo. Voy de morado.

Hemos hecho casi una rutina, para la universidad ella pasa por mi; le quedo de camino. En las fiestas yo pongo el carruaje. Todas las fiestas me dice de que color o forma ira vestida. No se si es para que vaya igua que ella o no, nunca le ha preguntado. De una forma u otra, siempre busco lo que me guste.

...

No cabe duda que es algo grande, no se cuantas personas pueden caber pero veo como un millón.  Ver mucha gente suele ponerme nerviosa pero desde que estoy viniendo a fiestas como esta, he cerrado ese sentimiento muy dentro de mi, junto con Adam. 

Missy piensa que vengo por los chicos y el alcohol, como ella. Así que en cuanto entramos ella se separa de mi, eso no es algo que me haya molestado en fiestas anteriores. Pero ahora veo tanta gente y tantos cuerpos alocados que se me aprieta el pecho de una manera terrorífica. Estoy necesitando aire. Mis pulmones queman y mi garganta arde. 

Necesito salir. 

Salgo como puedo al jardín trasero, hay personas pero en un solo punto del jardín haciendo alguna locura. Veo una fuente a lo lejos y me acerco. Me siento con mis piernas debajo de mi. Saco mi  celular y le digo a Missy que estoy en la fuente del jardín. No pienso moverme de aquí. 

Todo es tranquilo en este lado de la casa, se escucha la música y los gritos sofocados lejos. 

Estoy de pie hacia el bosque que esta atras del salon. Hace frío, así que froto mis brazos para conseguir un poco de calor. El bosque me recuerda a el momento en el que mi mundo se derrumbo por segunda vez, y la vida tratando de decirme que Adam no era para mi. 

-Se te olvido salir de casa con una chaqueta, como siempre. 

Sin necesidad de voltear, lo supe. Su aroma, su voz, sus ganas de recordarme que sabia cada pedacito de mi. Adam.