Otra vez tú.

Tregua

-Solo tienes que tomar una en la mañana con el desayuno y, solo si tienes dolor, una en la noche.

-Gracias doctor.

No hay nada grave, solo un yeso en la pierna por fractura. Ah y muletas.
Solo tendré que andar así un mes.

Adam abrió la puerta de su auto para mi y me ayudó a subir, puso las muletas en el asiento trasero y subió.

-Adam, te haré una pregunta.

-Oh Lee, no me lo esperaba en estas circunstancias pero si, si quiero ser tu novio.

-Ay por Dios, sólo quiero saber ¿como es que evitaste que Harry lograra su plan?

El guardo silencio. Y bajo la música en la radio.

-Es posible que haya estado con Gina del equipo de voleibol en la habitación de junto.

Estaba sin palabras ¿ellos...? Ay cielos. -Claro, si, Gina. Tiene un buen remate lateral. Oh esa canción es buena.

Le subí a la canción que estaba, no tenía idea de cual era pero no me importaba. Prefería escuchar cualquier cosa que mis pensamientos.

El camino de 26 minutos exactos los pase callada y con la mirada hacia la ventana. No podía decirle nada. No tenía derecho a ponerme celosa. Pero había algo que me hacía volver loca. ¿por que en el mundo me dijo que me ama si no lo hace? O es que se cansó y lo está intentando con alguien más (?
Lo que sea. Prefiero la primera opción.

Llegamos a casa y Adam me ayudó a bajar del auto.

Entramos a casa y comencé a subir las escaleras.

-Lee, espera.

-Estoy bien, puedo con las escaleras.

-Lo se, no es eso. Es sobre Gina.

Por supuesto que quería saber todo sobre Gina pero no era mi problema, no se supone que te entrometes en la vida de tu exnovio, menos si te rompió el corazón sin explicación. -Oh vamos Adam, no tienes que darme explicaciones.

-Por supuesto que si Lee, porque lo que te dije no es mentira. Aún te amo y no me gustaría que tengas la idea equivocada. Te ví. Estabas con un chico, Gina se acercó y me dijo que quería hablar, quería, en un acto de egoísmo, que me vieras y sintieras la misma desesperación que yo, así que subí con ella y vaya que habla esa chica. Habla mucho. Entonces oí tu voz y tocaste mi puerta. Salí y ví como eras jalada a esa habitación. Perdí la cabeza cuando ví a Harry besándote a la fuerza. Iba a matarlo Lee. De verdad quería matarlo, entonces te ví caer y lo único que desee fue que estuvieras bien. Si algo te pasa... Lee, yo solo quiero lo mejor para ti. Y me siento muy mal por no actuar de la manera correcta cuando se trata de ti, de nosotros. Quiero una segunda oportunidad para arreglar eso. Y que estemos bien.

Diablos. ¿que se supone que debía decir a a eso? -Estamos bien Adam, necesito pensar algunas cosas, pero Estamos bien.

-Sabes a que me refiero.

Me miro esperando una respuesta.
-Esas son las cosas que tengo que pensar, siento como que ya he tomado mi decisión, que te estoy superando pero tú lo haces tan difícil y yo...

-No sigas, solo déjame reconquistarte. Hemos crecido un poco más durante este año y te aseguro que ahora tomo mis propias decisiones y quiero contarte porque fui un maldito en el pasado pero necesito que me aceptes.

Sonaba convincente y a decir verdad mi corazón latía de emocion. -Bien pero...

-Mañana -Hice una mueca de confusión y el entendió que no estaba en la misma sintonía que él.- Mañana quiero que salgas conmigo y... salgamos mañana y veremos como van las cosas. Por favor.

No podía decirle que no por alguna razón, masoquismo quizá, pero asenti y le di un beso en la mejilla. Después subí a mi habitación.