Otra vez tú.

La fiesta

Adam entro al apartamento, azotó la puerta y se recargo con las palmas en ella. Confíe en el para librarme de Harry, incluso pase desapercibido que me llamara nena.
Estuvo como 5 minutos así, tomando respiraciones profundas. No le dije nada, sabía que estaba controlando su ira ¿que le dijo Harry?
Me levanté del sillón decidida a irme a mi habitación para terminar con mis tareas.

-¿Por qué te vas?

-Oh... Eh... Yo voy a terminar mi tarea.

-Pensaba en ir por algo de comida afuera y comprar cosas para el apartamento. El baño no tiene cortina y... ¿Vamos?

-Seguro.

Quizá, antes de lo que sea que haya pasado con Harry, hubiera dicho que no, no me hubiera sentido lista para aceptar que vivíamos juntos. Pero al ver su postura cuando me libero del agarre de de Harry y me puso detrás de él, me sentí tan protegida. Ahora quería creerle que aún me amaba. Y empezaba a sentir emoción de compartir esta experiencia con el.
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Esta vez fuimos en mi auto, maneje 20 minutos hasta el supermercado. En silencio. Pero no un silencio incómodo.

Me estacione y nos dirigimos a comprar.

-Eh, Adam ¿tienes una lista?
-Si
-Mándame la mitad por Whatsapp, nos dividiremos para tardar menos.
-De acuerdo.

Con la mitad de la lista en mi celular me adentre pasillo por pasillo consiguiendo lo que estaba en la lista.
Ya había terminado pero se me antojo un panque, así que me regresé por una caja de mezcla. No debí, en serio, debí terminar con las compras y esperar a Adam en la caja. Pero de alguna manera tenía que reaccionar y darme cuenta que un corazón roto no lo repara la misma persona que lo rompió.
Adam se encontraba besando a Judy. Y yo de tonta queriendo creer que de verdad aún me amaba.

Di la media vuelta y pagué mi parte de las compras.
Salí con todas las bolsas.
Las metí al auto.
Entre al auto.
Conduje al apartamento.
Entre al apartamento.
Deje las cosas en la cocina.
Subí a mi habitación.
Me rompí de nuevo.

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Lloré al rededor de una hora hasta que escuche la puerta del apartamento abrirse. Y una voz.

-¡Leen! ¿Estas aquí?

Corrí al baño y encendí la ducha. Adam abrió la puerta de mi habitación.

-¡Leen!

Respire y cerré la llave.

-¿Que demonios Adam? Te dije que tenías prohibido entrar a mi habitación.

-Lo se pero creía que te había pasado algo ¿porque te fuiste sin avisarme? Tuve que esperar un taxi. ¿Paso algo?

La fiesta, eso es.

-¿No recuerdas la fiesta?
-Si, pero es hasta la noche.
-Lo se, pero quede con Missy para arreglarnos juntas
-Claro, estaré abajo.

Escuche que salió de la habitación y yo tome una ducha, una muy larga.

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Eran las 5 de la tarde, llame a Miss para decirle que iría a su casa para vestirnos juntas​. Ella se emocionó y me sentí mal por usarla como excusa.
Tome un bolso con mi outfit para esta noche:



Y mi bolso normal.
Bajé y Adam estaba comiendo pasta que quedó de la cena pasada.

-Te veré ahí Leen.
-Aja.

Al llegar a la casa de Missy despeje todos mis pensamientos. Esta noche sería buena, no dejaré que Adam y sus tontas mentiras me consuman de nuevo.