Under The Pain Of The Moon [omegaverse] [Viktuuri] #LoveAndLifeAwards2018

Capitulo 1: La selección.

†"Bajo las estrellas y la luna llena, los lobos aullarán, demostrando recordar el trato anual."†

—Yuuri... —llamó Hiroko—, hoy es el día. Levántate, o los pacificadores se enojarán.

Si, uno de los días más terroríficos para la ciudadela había llegado. Esta sería mi última participación en la selección de jóvenes que serían el sacrificio para los lobos y, aunque todos los demás estaban petrificados en la línea recta que formábamos, no tenía ni la pizca más mínima de miedo dentro de mí. Solo quería que acabara rápido, para poder irme a casa de una vez por todas.

Nunca había sido seleccionado y, con sinceridad, no era algo que me importara. Había crecido viendo cada uno de los asesinatos que se habían cometido, así que sabía que llorar o suplicar por clemencia no iba a resolver nada.

Los pacificadores escogían a los jóvenes más atractivos (que en su mayoría eran mujeres). Yuko se había salvado debido a que fue reclamada antes de que pudiera tener la edad para formar parte de las opciones. Sin embargo, yo no estaba dispuesto a enlazarme para salvarme. Prefería morir antes que enlazar mi vida sin amor.

Estábamos sobre una especie de piso de madera elevado en la plaza. Las personas estaban alrededor, inspeccionando la mercancía que se encontraba allí arriba. Pude ver varios padres paralizados del debido a ver a sus hijos allí arriba y lo peor, era que la misma multitud debía escoger a la presa nueva.

—Ciudadanos —llamo el pacificador en jefe, o como solíamos llamarle "El imbécil"—, como es tradición, hoy se celebrará el sacrificio por la paz.

¿Celebrar? Ese hombre estaba enfermo. Los únicos que celebraban las masacres eran los pacificadores y el jefe de la ciudad, importándoles poco lo que a ellos les ocurriera. Suspiré pesadamente, obstinado del mismo discurso molesto de siempre.

—Debido a que la juventud en la ciudadela es muy débil, este año solo se tomó a cinco omegas para ser entregados —continuo el hombre—. Pero solo están aquí los que tendrán su última selección.

No me había percatado de ese hecho. Miré a los lados, y éramos solo dos chicos y tres chicas, las cuales estaban temblando de miedo y fueron mis compañeras en este estúpido escenario el año anterior. Ellas se tomaban de las manos con fuerza, mientras la piel de sus caras estaba pálida como las de un fantasma.

El otro chico tenía el cabello rubio con un mechón rojo. Recuerdo que ha estado conmigo durante estos cinco años y, pese a que es un chico con una apariencia bonita, por tristeza, la mayoría son chicas debido a que tienen más ternura en sus rostros, todas más jóvenes que yo.

—¡Deberían escoger alguno de los chicos! —gritó una de las madres de las chicas; lo noté inmediatamente por ciertos rasgos iguales a los de la joven—. ¡El año pasado llevaron mujeres! ¡No es justo!

Los ciudadanos empezaron a gritar que la mujer tenía toda la razón. El chico a su lado se estremeció ante esas palabras, al igual que mi familia; en cambio, yo solo esperaba acabar rápido con este espectáculo sin sentido.

El pacificador les pidió a las chicas que bajaran, las cuales lo hicieron rápidamente, aliviadas por la decisión. Toqué el codo del chico y lo presioné para calmarlo, pues estaba a punto de llorar.

Los minutos pasaron mientras la multitud se debatía y decidía a cuál de nosotros iban a enviar. Estaba tan perdido en mis pensamientos que no noté a mi lado al chico que había caído de rodillas con las manos en su rostro. Creí por unos minutos que me había salvado otro año, pero... su familia corrió a abrazarlo inundados de felicidad.