Reaccionar no era algo que cruzara su mente en esos momentos, ni siquiera cuando el caos se desataba fuera de aquella habitación, y el sonido de los objetos rompiéndose o estrellándose se escuchaban con bastante fuerza; solo pensaba en ese muñeco que reposaba en sus manos. No sabía qué sentir o pensar. Millones de preguntas azotaban su cabeza, sentado en la orilla de aquella cama, y con solo una camiseta blanca de botones y unos calzoncillos de Viktor cubriendo su cuerpo.
Los recuerdos daban vueltas en su cabeza, arrollándole y consumiéndole por dentro. La última vez que la vio, su salida por las puertas, sus lágrimas silenciosas que apenas notó, los gritos que apenas y resonaron en el ambiente, la búsqueda sin resultado de sus ropas, la humillación a su familia al pensar que había huido... ¿Qué debería pensar?
Un fuerte sonido en la puerta de su habitación le hizo levantar la cabeza de su estupor, posándose sobre el moreno que entraba a fuerzas a la habitación, acompañado de la mujer de negros cabellos, la cual apretaba contra su pecho a una niña bastante alterada y asustada. El movimiento brusco la hizo caer de espaldas con un ruido sordo, mientras el moreno se alejaba todo lo posible de la puerta. La mujer dio vuelta a su cuerpo para poner a la niña sobre sus pies y empujarla suavemente a los muslos del otro.
―¡Cárgala y no la sueltes! ―exigió, levantándose del suelo para cerrar la puerta.
―Fuiste tú, ¿verdad? ―preguntó el moreno sin recoger a la pequeña que lloraba a sus pies―. Lo hiciste de nuevo, ¿no es así?
―¡No! ―negó apoyándose en la madera.
―¡Tienes que haber sido tú! ¡Víbora! ―acusó con un tono de voz que hizo saltar a Yuuri de la sorpresa. Él jamás había hablado de esa manera.
―¡No he sido yo! ¡Ni siquiera se me permite salir de este lugar!
―¡Nadie más pudo hacerlo además de ti!
Podía jurar que todo había pasado en cámara lenta. Solo pudo ver cómo el moreno sacudía su pierna izquierda debido al enojo, golpeando a la pequeña y haciéndola caer de bruces al suelo, tumbando el pequeño gorrito de tono rosáceo que descansaba en su pequeña cabeza, abrigándola. No habían pasado ni dos segundos cuando la mujer le había tomado del cuello de la camisa, pegándolo contra la pared con fuerza; su mirada brillaba de la más pura rabia.
―Escúchame bien ―advirtió con la voz amarga, estremeciéndole hasta los huesos―. A mí, detéstame, ódiame y golpéame todo lo que quieras, pero a Eleni no la toques. A mí, poco o nada me interesan ustedes, pero tengo una cachorra que cuidar y proteger, y eso va muy encima de lo que pueda detestarlos, ¿está claro?
El moreno solo la miraba fijamente, con todo el odio agrupándose en esos orbes grises, sin responder a aquella mujer amenazante que le apretaba bruscamente contra la pared a sus espaldas. En un reflejo rápido, se acercó a la niña que lloraba aún acostada en el suelo, privada en su llanto, haciendo lo que había evitado por días: cargándola, la hizo recostar la carita contra su pecho, mientras las lágrimas mojaban la camisa y aquel cuerpecito le rodeaba con sus brazos y piernas.
―¡Basta, deténganse! ―ordenó el nipón―. ¡La están asustando aún más!
La mujer iba a responderle algo cuando la ruptura de la puerta le hizo dirigir su atención al lobo que se agazapaba, enseñando amenazante los colmillos. Con rapidez, lanzó al otro a un lado con más brusquedad de la necesaria, dando un habilidoso salto, cambiando de forma rápidamente. Pichit retrocedió al verla, pues pese a conocerla hace años, nunca había visto su forma lobuna.
Era grande, un poco más pequeña que Viktor, pero bastante grande. Tenía un pelaje negro y sedoso a simple vista, al igual que una dentadura que presumía de una fuerza admirable. Yuuri pudo ver cómo la niña llorosa trataba de extender los brazos a su madre, aunque ella ni siquiera volteara a mirarle.
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Under The Pain Of The Moon [omegaverse] [Viktuuri] #LoveAndLifeAwards2018
FanficAU Omegaverse Donde los lobos y humanos crean un acuerdo de paz para evitar un ataque donde el débil perderá, se dice que cada noche de la sexta luna llena del año, cada ciudadela deberá ofrecer en sacrificio a un omega o beta joven con el fin de...