16. Tu papá me dijo

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[Advertencia: Este capítulo muestra contenido explícito.]

Narrador omnisciente.

—Ugh, joder. —Aria gimió, sosteniendo su cabeza palpitante mientras rodaba hacia un lado esperando toparse con un Justin durmiendo, pero todo lo que ella sintió en su cama eran las sábanas.

Abrió los ojos haciendo una mueca de dolor y cerrándolos después en respuesta a la gran cantidad de luz que brillaba a través de sus cortinas, gimió llevando su cabeza a su almohada antes de que decidiera abrir los ojos de nuevo en busca de Justin, pero no obtuvo nada.

Justin, por otro lado, le estaba gritando a Jinx acerca de las palabras que casi salieron por su boca la noche anterior:

—Y yo la estaba mirando y antes de que te dieras cuenta «Te amo...» casi salió de mi maldita boca... ¡Jinx, casi le dije «Te amo»! —Justin dijo paseando por la habitación de arriba abajo, y Jinx observó con diversión cómo Justin se tiraba por los extremos de los cabellos.

—Y esta mañana estaba escribiendo una nota diciéndole que iba a volver a casa y casi escribí «te amo» de nuevo en la maldita nota, Jesús, creo que desperdicié la tinta de esa pluma con solo tachar esas palabras. —Justin ladró prácticamente hablando consigo mismo.

—¿Por qué estás peleando contra eso? —Jinx preguntó y Justin lo miró a punto de decir algo, pero nada salió de su boca y se preguntó: ¿por qué estaba luchando contra eso?

—Quiero decir que no es que no la ames. —Jinx dijo deteniéndose para mirar la expresión de Justin—. ¿Sí me entiendes? —dijo y Justin gimió poniendo la cara en sus manos.

—Lo sé, pero... nunca he tenido estos sentimientos por una chica —dijo tratando de luchar contra esa sensación que estaba tirando dentro de él.

¿Justin realmente amaba a Aria?

Aria gimió quitándose las sábanas y fue a buscar su teléfono, el cual descubrió que estaba justo a su lado en la mesita de noche; lo agarró, pero un vaso de agua atrapó su vista.

Lo levantó y había una pequeña nota debajo, con dos pastillas al lado.

«Buenos días, nena.

Toma las píldoras, te ayudarán con el dolor de cabeza que probablemente tienes porque te bebiste tu propio peso en alcohol anoche ;)

Me he ido a casa si te estás preguntando dónde estoy.

Llámame cuando estés lista.

Justin x.»

Ella sonrió ante la nota, pero frunció las cejas al ver un garabato grande justo en el fondo, sin embargo, después de que el dolor de su cabeza volvió, lo dejó ir y se tragó las píldoras con el agua.

Entonces llamó a Justin como él le instruyó y ella inesperadamente se sintió aturdida ante la pequeña cantidad de mariposas que de repente encontró cuando comenzó a sonar.

Justin cogió el teléfono de su bolsillo durante todo su discurso hacia Jinx y sus ojos se agrandaron al ver el nombre de Aria en la pantalla.

—Es ella —murmuró y Jinx se rió.

—¿Por qué estás susurrando? Ella no está aquí.

Justin deslizó el botón de aceptar nerviosamente y llevándose el teléfono hasta su oreja.

—Hey, nena —dijo suavemente, con una pizca de nerviosismo en su voz.

—Hey, gracias por las píldoras. —Ella dijo, y su preocupación por lo que había dicho antes se lavó con el simple sonido de su vez.

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