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32. No sé qué hacer

—No te atrevas a jodidamente reírte —le advertí a Ellie mientras entraba a la cocina como un pingüino cojo.

No sé cuantas veces Justin y yo tuvimos sexo la noche anterior, pero lo que él dijo era verdad.

Vamos a decir que el sexo enfadado... bueno, cualquier sexo con Justin significará que vas a tener problemas caminando a la mañana siguiente.

—¡Ni siquiera dije nada! —Ellie dijo, pero con la sonrisa en su cara, sabía que ella quería, la miré fijamente mientras se reía detrás de su mano y le enseñé mi dedo de en medio antes de caminar hacia la nevera.

—Hey, cariño. —Oí a Bradley decir y me di la vuelta para verlo inclinarse para besar a Ellie, sonreí a ambos antes de girarme de vuelta a la nevera.

Escaneé la comida con mis ojos y una vez que encontré lo que quería, cinco minutos más tarde comí orgullosamente mi sándwich.

Me incliné hacia adelante contra el mostrador y puse todo mi peso en mis caderas, ya que era más cómodo.

—¿Me das un poco? —Dean preguntó y sacudí mi cabeza mientras una sonrisa se formaba en mi cara cuando se quejó ruidosamente.

—Por favorrrrrrr —gimoteó y sacudí mi cabeza alejándome de él tratando de no hacer una mueca de dolor mientras me sentaba—. Perra —me dijo y sonreí.

—Dime algo que no sepa, hermano —le dije y me mostró su dedo de en medio, y lentamente uno por uno, todo el mundo estaba finalmente en la cocina a las doce y media.

—¿Qué vamos a hacer hoy? —Aaron preguntó rascando su hombro mientras yo inclinaba mi cabeza sobre la de Justin, lo miré y vi que observaba mi sándwich que todavía no había terminado.

—No haremos nada, hoy es día de desintoxicación —dijo Johnson con voz áspera y sonreí antes de volver a mirar a Justin, y todavía estaba mirando mi comida.

—¿Lo quieres? —reí y sus ojos se encontraron con los míos. Sus mejillas se pusieron un poco rosadas—. Toma —le dije, puse el plato en sus manos y él beso mi mejilla antes de comer.

—¿Así que le das tu sándwich a tu novio pero no a tu propia carne y sangre? —Dean preguntó y me reí.

—La diferencia es que lo amo —me burlé, él me fulminó con la mirada y sonreí.

—Siento el amor —me dijo y sonreí.

—¿Qué amor? —pregunté y él me tiró una uva. Me agaché solo para que Justin gimiera.

—Quién sabía que las uvas podían hacer daño —dijo y miré para arriba al ver que Justin se frotaba la frente, colté una risita.

—¿Te golpeó? —me reí y Justin me miró juguetonamente.

—Bésala mejor. —Justin dijo y rodé mis ojos haciendo que él me hiciera un puchero, aparté la mirada sabiendo que que cedería pronto—. ¿Por favor? —gimió como un niño y lo miré por el rabillo del ojo, todavía podía ver que estaba haciendo un puchero—. Nena —dijo y lo miré haciéndole reír.

» Puedo hacer que hagas cualquier cosa cuando te llamo así —me dijo y le empujé juguetonamente alejándome de él, pero me tiró hacia atrás y encima de su regazo esta vez.

—Ustedes dos sóis tan blandos, es asquerosamente lindo. —Alex dijo como si no estuviera seguro de sus propias palabras y lo miré con una sonrisa.

—No es mi culpa —me encogí de hombros y se rió entre dientes.

—Chicos, ¿van a venir a la piscina con nosotros? —nos preguntó a ambos, Justin y yo, y asentimos.