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17. Quiero decirte

[El capítulo 16 está en privado, tienes que seguirnos para leerlo. Si aún no aparece, saca la historia de tu biblioteca y vuélvela a añadir.]

—¿Era bueno? —me preguntó Ellie, y volteé la cabeza en su dirección con una mirada que decía «¿Qué demonios?».

—Amiga, yo no te pregunté a ti si Brad era bueno —contesté e hice una ligera mueca cuando regresé al refrigerador para buscar un vaso de agua.

—Bueno, él es malditamente asombroso cuando... —dijo, pero la interrumpí colocándome los dedos en las orejas y gritando palabras al azar.

La vi sonreír y continué gritando las palabras mientras iba de aquí para allá hasta que me golpeé contra el pecho de alguien.

—Au —murmuré y levanté la mirada, me quité los dedos de las orejas para a un Justin entretenido.

—¿Qué demonios estás haciendo? —me preguntó.

Me encogí de hombros sin querer decirle: «Oh, sí, Ellie quería que le contara lo increíble que eres en la cama».

—Estaba buscando comida —repliqué en su lugar y él puso los ojos.

—Siempre buscas comida.

Le saqué la lengua y me alejé de él hacia donde Ellie, quien se estaba riendo.

—Cállate —le dije de manera juguetona y ella se quitó el cabello de sus hombros y salió de la cocina.

—Oye, papááááááá —le dije mientras este bajaba las escaleras.

—¿Quieres dinero? —preguntó con un bufido y yo puse los ojos.

—No, solo iba a preguntar qué vamos a hacer en Año Nuevo —le dije antes de ir directo al refrigerador otra vez al darme cuenta de que todavía tenía hambre.

—En realidad no lo sé, creo que iremos a la casa de Jeremy —repuso tecleando algo en su celular y yo asentí antes de sacar un melón del refri.

—¿Bebé, quieres algo? —le pregunté a Justin, quien también estaba tecleando en su móvil y levantó la cabeza.

—No, gracias —repuso sonriéndome ligeramente, y yo asentí.

Saqué el envase y un tenedor.

—Uh, qué bueno —gemí a la vez que me comía la fruta, vi que Justin levantaba la cabeza y yo le dirigí una mirada rara, a lo que este rió.

—Déjame ser.

Caminé hacia la estancia y me deejé caer en el sillón, solo para arrepentirme en cuando una pequeña cantidad de dolor me atacó.

«Incluso si habían pasado dos días desde que follamos cuatro veces todavía me dolía»

Me llevé las rodillas a mi pecho mientras veía a Bob Esponja y reí cuando Patricio hacía su baile con las medias de red.

—Adiós, cariño —dijo mi papá y me revolvió el cabello, haciéndome gemir, para luego reírse antes de salir por la puerta.

Seguí viendo Bob Esponja hasta que Justin decidió distraerme al intentar comer de mi melón.

—Hombre, lárgate y consigue tus propios melones —le dije, y él me agarró los senos haciéndome jadear—. Justin —lo regañé y él sonrió antes de quitarme un trozo de melón y entrárselo a la boca—. Idiota —mascullé, cosa que lo hizo reír, antes de bajar las piernas, de modo que estaba sentada él tenía la cabeza en mi regazo.

—Qué infantil —dijo refiriéndose a lo que estaba viendo.

Yo le di un golpe en la frente.

—Lo dice el que lo estaba viendo ayer —repuse y él se quedó callado, haciéndome reír—. ¿Dónde está el resto de los chicos? —le pregunté con mis dedos enredándose en su cabello.