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19. Váyanse ahora

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Aria.

Tarareaba la melodía de Trumpets de Jason Derulo cuando oí que mi puerta se abría y Justin entró con unos papeles en mano.

—¿Así que están aquí? —preguntó señalando el plano del edificio donde se encontraba mi madre.

—Sí —respondí.

Él me miró, y supe con exactitud lo que estaba pensando.

—Sé que tengo que decirles —murmuré rascándome la mejilla—. Es que tengo miedo de cómo reaccionen —admití—. Van a odiarme.

—Claro que no, ahora deja de ver el lado malo de la situación. Vas a recuperar a tu mamá —me dijo y sonreí, pero luego fruncí el ceño.

—¿Qué? —preguntó.

Me rasqué el cuello, incómoda, mirándolo de manera extraña.

—¿Qué escondes? —inquirió con curiosidad, elevando las cejas.

Suspiré.

—Uh... No vamos... No solo... No solo vamos a recuperar a mi mamá —le dije y él me observó con confusión—. Cuando se la llevaron ella estaba embarazada.

Sus ojos se agrandaron.

—Santo...

—¿Cielo? Sí, lo sé —le dije, sentándome en la cama.

—Aguarda —dijo Justin, más para él mismo que para mí—. A ver si me aclaro —comentó antes de sentarse en mi silla giratorio y rodar hacia la cama y quedar delante mío.

»¿Así que, básicamente, tú y Ryder comenzaron a salir, pensaste que te amaba, pero la verdadera razón era porque tenía a tu madre y quería hacerte sufrir? —cuestionó, yo asentí.

—Me manipuló diciéndome que de verdad me amaba; pero solo me estaba atrayendo porque quería que supiera que tenía a mi madre, incluso luego de tres años creyendo que había muerto. Créeme, intenté decirle a alguien, pero eso solo acababa lastimándola a ella y a Rosie. Después tuve que esconderlo de todos. Lo último que quería hacer era herir a las personas que creía muertas tras tantos años —expliqué frotándome la frente antes de recostarme en la cama.

—¿Ese es su nombre? —preguntó.

—¿Eh?

—¿Rose es el nombre de tu hermanita? —cuestionó y asentí sonriendo un poco al recordarla.

—Su nombre completo es Rosalie, pero la llamo Rose —contesté, y él sonrió.

—¿Cuántas veces las veías luego de descubrir que no habían muerto?

—Como cada dos semanas, pero Ryder me hacía... uh. —Me fui apagando.

Al principio pareció confundido, y al cabo de unos segundos supe que había entendido lo que Ryder me había hecho, pues ahora tenía la mandíbula apretada.

—Oh, juro que cuando lo vea lo voy a matar —siseó, y yo sacudí la cabeza.

—No hasta que recuperemos a mamá y a Rose. Luego podrás y matarlo todo lo que quieras.