El almacén

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Dos hombres caminan por unos grandes almacenes repletos de cajas y con estanterías abarrotadas hasta casi el techo. Uno de ellos habla y el otro se mantiene a su lado en silencio con una tablilla de folios en la mano.

El que habla es el dueño del almacén y, el que le acompaña, es el perito de una aseguradora con la que el dueño quiere firmar un seguro contra incendios. La afabilidad y amabilidad del dueño contrasta con el frio silencio del perito.

- Aquí hay realmente de todo- dice el dueño. Desde que comenzó la visita, ha estado enorgulleciéndose de la enorme capacidad de su nave, de la tradición de almacenaje de su familia y de como aquel era un negocio familiar que había nacido con su abuelo y que ahora descansaba sobre sus hombros. – Hay de todo, de verdad. Recibimos mercancía de medio mundo y vienen a recogerla del otro medio. Me dice cualquier cosa y seguro que la tengo. Hay de todo; de todo.
- ¿Tiene usted una guillotina?
- ¿Perdone?
- Una guillotina. Una maquina utilizada para aplicar justicia capital. Popular en la Francia del sigo XIX- responde el perito mirándole a los ojos- Eso aumentaría considerablemente el precio de la poliza.
- No...- contesta el dueño tras unos segundos en los que, incrédulo, no había sabido que responder- En realidad, mayoritariamente tenemos, no sé, fundas de móvil.

El perito mantiene la mirada clavada en los ojos del dueño sin decir una palabra.

- También tenemos sandwicheras, como 10.000. Vinieron la semana pasada de Hong Kong- dice el dueño, a quien unos sudores y sonrrojeces le empiezan a asediar la cara, como si la deshonra de no tener realmente ningún objeto interesante o atractivo, tras generaciones y décadas de dedicación, comenzase a adueñarse de él.

El perito tacha, rápidamente, como un corte limpio, algo en el folio que sostiene. Tras ello, le dice al dueño de ir fuera para acabar la entrevista y comenzar a hablar de presupuestos estimados.

Ambos hombres se van en un tenso silencio.

Mientras se alejan en dirección a la salida, tras unas cajas, no muy lejos de allí, se puede ver una guillotina. Podemos presuponer que de fabricación francesa.

Aborto, tal vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora