USADO

188 23 4
                                    

Que estoy esperando en esta esquina desolada,
quizá tu amor, ese que jamás llegó,
porque juraste que me querías,
me lo confesaste una de esas noches,
si hubiera sabido que te burlarías,
jamás hubiera confesado,
que desde el primer roce me tenías encantado.

No me estoy quejando, siempre suelo ser lastimado,
pero esta vez hay algo que me asfixia,
saber que te mofaste en mí,
cuando cogiste mis manos y las mezclaste con las tuyas,
amabas mis tontas expresiones,
o almenos eso me hiciste creer.

Dejame saber la verdad, ven a mí,
grita que jamás me perteneciste,
para que las grietas que dejaste convulsionen,
y así olvide cada maldito momento,
eras perfecta lo admito,
tan perfecta que hubiera matado por cada centímetro tuyo.

Fui tu distracción o algún pasatiempo,
pero lo cierto es que fingiste,
aún no entiendo que es lo que ganaste teniéndome,
esclavizado a tus sentimientos, esperando respuestas que jamás  llegaron,
para luego huir dejando mi corazón estropeado.

No creo ser el hombre al cual extrañes,
de quien sus besos sean necesarios,
no sufrirás de noche recordándome,
ya que estarás con alguien de rostro fino,
que te hablará al oído y pronunciara, lo que me moría de ganas de decirlo.

Pero cuando me decida marchar,
se que tomarás mi mano y me detendrás,
tienes miedo de que ellos te abandonen,
y sabes que yo nunca lo haré,
pero demasíado tarde, ya había asesinado lo que sentía por ti.

No creo merecer la tortura de verte sin tocarte,
así que aplaste al corazón lo estrangulé,
salí corriendo del castillo en ruinas, que imaginé para los dos,
y fue así como el dolor se apaciguó.

MI PROBLEMA CON LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora