PLACER DE AJENOS

240 16 3
                                    

Toque tu piel y se sintió tan bien,
tu me acariciabas una mejilla,
con tus perfectas manos oliendo a canela,
pero me veías a los ojos como si me conocieras,
hace sólo minutos fue que nos encontramos,
quizá ni mi nombre recuerdas.

Un cuarto que cuenta historia eróticas,
un cama que está tan desgastada por cuerpos calientes,
esos cuerpos calientes como el nuestro,
los que se besan como amantes,
se toman de la mano como novios,
pero saben que saliendo de esa habitación,
olvidarán lo que hicieron allí con pasión.

No me juzgues, ni me critiques,
realmente soy inútil cuando intento enamorar a alguien,
lo único a lo que me puedo aventurar,
es a poder hallar,
una hora de sucio placer,
En este mugriento hotel.

Estamos tan compenetrados en fingír que nos amamos,
que cada beso que soltamos,
se siente tan real y sin culpa,
que comienzo a abrazar tu torso desnudo,
pienso cosas estúpidas sin sentido,
me enamoré de la persona a la que conocí desvestida hace minutos.

Lose, es aún más estupido cuando lo repito,
porque de cada persona que a este cuartucho invito,
me ilusiono, me aferro a ellas como si me pertenecieran,
pero ya debería haberlo aprendido antes,
sólo somos acompañantes ajenos, disfrutando de la acción de nuestros cuerpos.

Varias veces estas paredes han observado,
la mirada de ternura que eh lanzado,
cuando alguien me mordía la oreja,
me tocaba suave, me hacia estremecer,
yo refugiaba a mi torpe corazón,
para que ya se haga la idea de que ha todos trataba por igual.

Mi mano se aferra a la tuya,
pagaría muchas veces más por sólo ver tu sonrisa,
llevarte a lugares que jamás hallas visto,
besarte mientras el sol hulle de la luna,
no pararía de hacerme idea bobas,
hasta que sueltas mi mano lentamente.

Tomas lo que te pertenece y te vistes,
no volteas ni a observarme, supongo que la vergüenza,
la vergüenza es la que hace que nos sintamos culpables,
y hago lo mismo para alcanzarte,
despedirme tocando por última vez tu angelical rostro.

Sin embargo, saltas del catre ,
tu mano sudaba y abrías la puerta,
se marchaba sin mí,
en dos pasos toque su hombro y solté un abrazo,
duro sólo hasta tres segundos,
alejó mi mano y antes de irse volteo.

Me dijo que me hubiera llegado a amar,
si no me hubiera conocido en esta situación,
le grité, que me enloquece con la ternura de sus labios,
paralizas mi pensar entero y únicamente te presta atención,
quizá había conocido a la persona correcta,
pero poco le importó, y antes de cerra brutalmente la puerta.

Soyozaba y repetía sin detenerse,
ambos aceptamos venir a ésta cuna de basura,
por la atracción de nuestros cuerpos,
jamás podrías enamorate a primera vista,
sólo te has fijado en la textura de mi piel,
y eso amigo mío, yo no le llamo amor.

Luego de eso cerro la puerta y se marchó,
debi haberle insistido talvez se hubiera quedado,
pero tenía en mente buscar otro encerrón,
alquilando una de estas habitaciones,
para que mi mente olvidé y nuevamente,
se enamore de quien no debe.

MI PROBLEMA CON LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora