TITERE

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Quedó impregnada la marca,
aquella marca que ató cada pieza mía,
la estrujó con un alambre oxidado,
y sin piedad lo sujeto tan fuerte,
que me sentía a su merced.

Yo obedecía, aún así no quisiese,
asentía para que no intoxicase,
mi suave mirada con su roce,
detenía mi voluntad,
apretaba los labios, callaba dejaba que me manipulara.

No había rincón para huir,
ni existía privacidad,
su mirada inculpaba cada acción hecha,
me arrastraba y me hartaba,
sus órdenes no hacía nada más que resonar en mi mente.

Nunca me guardés secretos,
has lo que te ordeno y serás feliz,
sólo son extractos,
de las normas que un títere humano debe cumplir,
porque el mundo pide más de lo que podemos dar.

Han atado, arrestado,
tus ganas de ser una diferente persona,
la pasión por alguna cosa loca,
el amor ese bello sentimiento,
lo tomaron y lo destruyeron.

No te aconsejo que escapes,
ama tus lazos de alambre,
has que sean parte tuya,
resignate a pertenecerles,
resignate a seguir siendo su títere.

Quizá mañana el justo amanecer,
las arrance sin avisar,
o quizá las funda más hasta hacernos sangrar,
pero si algo debemos recordar,
es que el precio por la vida, debemos pagar.



MI PROBLEMA CON LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora