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Al medio día, Jeon llegó a su casa sorpresivamente más animado de lo usual causando que su madre se preguntará internamente por el comportamiento de su hijo y claro, le realizo un breve interrogatorio entre bromas y risas; jungkook nunca se atrevió a decirle nada a su madre. Aún se sentía avergonzado al tener tantos sentimientos por un chico que apenas sí acaba de conocer, porque le queda muy en claro que espiar a YoonGi no es necesariamente conocerlo. Su madre dada por vencida, sigue con sus actividades normales, pese a estar muy curiosa por su pequeño pero lo deja pasar, su niño sabrá cuando contarle, esperaría hasta que su pequeño estuviera listo. Su padre igual de extrañado, se pregunta porque Jungkook no ha dejado de sonreír desde que llego pasadas las 6 de la tarde, además de que sus mejillas mantenían un leve sonrojo y pudo notar como los ojos de su niño se perdían el espacio cuando estaban hablando de su día en la escuela. Sin embargo, se mantuvo callado, no quería presionar a su hijo a que le contará el porque de tanta alegría, sólo esperaba que su felicidad durará mucho tiempo, le encantaba ver a su hijo sonreír, su más grande bendición.

Ya caída la noche, después de darse una agradable ducha caliente, jugando un rato en la bañera con sus tanques de guerra y los soldaditos de juguete, un cansado Jungkook se postra sobre su cama, recibiendo gustos los tiernos besos de sus padres en su frente, junto con la despedida y arropándolo para que no tenga frío de madrugada. No ha dejado de estar en las nubes desde los acontecimientos de hace apenas unas horas, sigue flotando en el cielo al revivir cada momento, percatándose de como su corazón late con fuerza al recordar toda la anatomía de YoonGi y suspirando melodiosamente con la esperanza de volver a presenciar tanta perfección. Sus ojos pesan, su mirada divaga entre las cortinas que dejan traspasar el brillo de la luna, sonríe por milésima vez en el día, rogándole a la luna desde lo más interno de su corazón, que aunque sea una mentira o un sueño, no deje de sentir tales sentimientos, necesita a ese chico por el simple hecho de que ha quedado prendado de él, fue algo tan repentino, tan espontaneo, tan inocente y tan dulce. Nunca creyó sentirse tan tonto, tonto el corazón que se desprende de la razón.

Y se deja de llevar por el mundo de los sueños y la felicidad, cerrando sus pequeños ojitos, imaginándose un instante, que su chico está al lado de él, brindándole esa sonrisa que lo enamora, perdiéndose en los orbes obscuros y el aroma dulce.








-Ya les dije que no me gusta.-Un muy avergonzado y gruñón Jungkook exclama de nuevo a sus amigos, los cuatro estaban esperando a que sus madres llegarán por ellos y mientras tanto, hablaban de tonterías. Sin embargo, la curiosidad de los demás chicos alerto a Jeon cuando lo empezaron a cuestionar sobre su hyung, quizás tenía un poco de culpa ya que desde ese día en la biblioteca, el azabache esperaba al rubio a la entrada de aquel lugar a la hora del almuerzo, olvidándose de sus amigos para poder estar con YoonGi.

-Mientes,-contraataca JiMin, mientras los otros asienten energéticamente.-ésta semana te la has pasado en la biblioteca con ese rubio de rancho. Además en las clases tienes cara de tonto por estar soñando con él.

-Y no olvidemos la vez que chocaste contra la puerta del salón cuando ese chico te saludo al pasar frente a ti.-Dice HoSeok aguantándose la risa al recordar ese día que su pobre amigo casi pierde los dientes con la puerta al corresponder el saludo del mayor.

-¡E-Eso no es verdad! Yo estaba distraído por otras cosas.-Trata de defenderse Jeon, fracasando olímpicamente cuando las mejillas se tornan rojas y muerde su labio inferior con nerviosismo.

❝ fools; yoongguk [ABANDONADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora