Los rayos del sol golpeaban con fuerza en su rostro, haciéndole sacar una mueca de disgusto, vuelve su vista hacía el libro que tiene en sus manos, escuchando apenas el murmullo de las personas debido a que lleva sus auriculares puestos, con algo de su música favorita, ignorando un poco del mundo que lo rodeaba, tan sólo perdiéndose en la bruma de las palabras plasmadas en aquel papel de color bronce, como si de una antigüedad se tratara y aunque el calor del verano le disgustaba, la luz le hacía vagar en sus recuerdos. Un suspiro sale de sus labios, recargándose en el asiento color granadilla del tren, dirigiéndose a su destino sobre los rieles a aquel lugar donde una vez fue su hogar, donde conoció el primer amor.
Los últimos años para Min YoonGi no fueron los más excelentes de su vida, el accidente lo dejó sin ambos de sus padres, un brazo roto por el impacto pero a pesar de las heridas, de los huesos rotos, aquello dejó un vacío irremediable en su corazón, la desolación y el interminable dolor que le robó el alma. Recuerda vagamente soltar lágrimas el día que le dieron la noticia, un día después del accidente, sobre el regazo de su abuela, soltando maldiciones por toda la casa, entrando a su habitación para romper cualquier cosa que estuviera a su paso y aún así, sólo necesitaba un abrazo de sus padres mientras le susurraban un te amamos, sincero.
Cuando fue su funeral, no derramó ni una sola lágrima.
Ellas se desvanecieron como un pedazo de sí mismo, enterrado seis pies bajo tierra como sus padres.
Pasó en Daegu, siendo criado por sus abuelos, nunca fue el mismo desde el accidente pero trataba de sobrellevar el peso de sus muertes lejos de su mente porque sabía que sí lo recordaba, su mente se haría añicos. Siempre se le caracterizaba por ser frío, pero no sabían hasta que punto pero desde aquel día, todo pasó tan rápido, siendo un gélido cubo de hielo, cortante como un cuchillo, encerrado en un iceberg.
Pero no se dejaría vencer tan fácilmente, por eso mismo, ahora esta aquí y ahora, de nuevo en Busan.
Su corazón se acelera con el primer recuerdo, sonríe inconscientemente como si dentro de su cabeza se estuviera corriendo una película cinemática, aquellos ojos que recuerda tan bien, color chocolate o esa bella sonrisa de conejo que hace latir aún después de tantos años su corazón. Se pregunta, honestamente, que habrá sido de él pero tampoco le gusta pensar demasiado, los huesos de su cuerpo duelen ante la idea de no estar más juntos, como si aquella promesa inocente de amor se desvaneciera como espuma sobre el mar y le aterra, le asusta quedar varado en alta mar siendo el único en amar.
Su pecho a veces se contrae en anhelo, tratando de aferrarse a lo que hace que su corazón no se haya vuelto hielo, como todo su cuerpo, aquel férreo amor que le mantiene esperanzado y que con el paso de los días, no ha podido olvidar.
Puede que sí, no va a negar que a lo largo de sus veintitrés años ha tenido más experiencias amorosas, sin embargo, ninguna tan real, tan fluida, ninguna sintiéndose correcta como su primer amor, Jeon Jungkook. Y es algo que también le hace pesar, cerrando sus ojos con otra persona, viendo al pequeño chico de cabellos azabaches, se siente como él pero al estar cara a cara se da cuenta que es alguien totalmente nuevo. Otra persona, no es él.
No se va a mutilar más pensando en eso, ya fue suficiente.
Él a veces solamente quiere estar solo, apartado de la gente pero no evita querer volver a esos brazos los cuales abrazaba y sostenía, como un rehén.
Su celular le saca de su ensoñación al recibir un mensaje, lo desbloquea para ver el nombre de su abuelo en la pantalla brillante, suspira aliviado al leer sus palabras, 'llegaremos el domingo por la tarde, muchacho, espero que nos recibas con cariño.' Una sonrisa sale de sus labios, no había visto a sus abuelos por cinco años, desde que se mudo a la ciudad vecina a Daegu para terminar su carrera pero una vez acabado el mediado de la carrera, decidió regresar a su lugar de la infancia, ya que una escuela de mejor prestigio se encontraba ahí, además de querer volver, anhelaba hacerlo pero no quería dejar a aquellos que han sido su familia, por lo que hizo todo el tramite para que ellos se mudarán con él.
Hace una rápida contestación para bloquear su celular y guardarlo, colocándolo en su pantalón. Se recuesta en el asiento, poco a poco sintiendo sus ojos pesados, ansiando una siesta y se deja llevar por el cansancio.
ーAquí esta bien, muchas gracias.
Pone una de sus manos sobre su frente tratando de tapar el sol a la vez que observa el taxi irse por la deriva, su dos maletas en la acera mientras observa el edificio imponente ante él, alquiló este departamento por línea por lo que esperaba que fuera de menor tamaño, desde menor siempre le había incomodado las alturas.
Entra con maletas en la mano, agotado, saluda al portero para comentarle de que es el nuevo inquilino por lo que el hombre de regordetas mejillas rojas le da una calurosa bienvenida la cual responde con una sonrisa torcida y recibe las llaves de su apartamento.
Observa el número 23 que esta en la llave incrustado, por lo que su pereza es mayor y decide usar e elevador, ni en joda usaría escaleras con semejantes maletas que cargar. Una vez frente a la puerta, inserta la llave para girarla y abrir, dando paso a una agradable instancia decorada a conciencia con muebles minimalistas en tonos cobres con blancos, haciendo que prontamente se sintiera como e casa, con esa aura antigua.
Se dirige a la habitación, dejando las maletas a medio camino por el pasillo, demasiado cansado para pensar, arrastrando los pies llega hasta la mullida cama, su sonrisa se hace más ancha cuando cae directo en el acolchado, ni si quiera planea meterse en las sabanas, solamente desea tener un sueño reparador, cierra los ojos con este pensamiento, esperando a ser consumido por Morfeo pero por mucho que lo desee, mientras el sol se va ocultando por el horizonte, sabe que en algún lugar de su subconsciente, no le dejará soñar, enviándole pesadillas, ese miedo de que al despertar, alguien más pueda ocupar su lugar, el lugar junto a su pequeño, ese lugar que le pertenece a él y que esta decidido a recuperar.
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waaah, bueno, acá el nuevo capitulo, sé que es algo tedioso pero igual quería relatar a grandes rasgos lo que había sido de yoongi, por lo cual, la leve explicación. en los próximos capítulos veremos el reencuentro de estos dos, ahre así que les dejo a su imaginación pero recuerden que esta weA se va a tornar dramática rftghyujk.
Ya no hablo más, espero que les guste, denle estrellita y comenten, que les amo mucho por leer. así, sin más, pasen una bonita semana dfghj, besitos en la cola. :*
p.d: estoy escribiendo esto un día antes de entrar a la universidad, jaja, fracaso.
no se cuando verán esto pero sepan que valdré pura verga en la uni, chau, odio todo.
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❝ fools; yoongguk [ABANDONADA]
FanfictionEllos son polos opuestos. [luz contra oscuridad ; frío contra calor] Una mezcla extraña que puede terminar en un caos infinito o en un maravilloso desastre. ✎ yoonkook; [actualizaciones lentas] ©drtyoongi;;2O16