Broken (AU PJO Y HoO)

Traumatized

Traumatizados

-En serio...¿En serio debes irte? Podrías quedarte aquí, en la habitación de invitados. Yo no tendría ningún problema.

-Jay-Jay, lo siento. Sabes bien que no puedo quedarme, tengo trabajo.-Murmuró la pelinegra levantándose del sofá donde unos minutos ante hablaba y comía con el ojiazul.

-Lo sé, pero...yo podría ser tu paciente esta semana.-inició el rubio con esperanza brillando en sus ojos y una sonrisa adornando sus labios- Jason Grace, 24 años de edad, Trastorno Límite de Personalidad, o cómo sea; tu tienes mi ficha de diagnóstico. Solo...,Thalia, por favor, no te vayas.

La chica apretó los labios con fuerza y miró con compasión a su hermano menor, para después abrazarlo. No podía sentir su desesperación, pero el simple hecho de imaginarla le hacía un nudo en el estómago.

-Perdóname, no quiero dejarte solo. Créeme. Pero mi campo de trabajo es con la justicia, trato a criminales. No a civiles...mucho menos a mi hermano.

El rubio envolvió con fuerza a su hermana; no quería que ella se alejara. No quería quedarse sólo nuevamente en su apartamento.

No podría soportar la sofocante soledad.

-No, no, no, no. No te vayas, no me dejes. Puedo acompañarte, decir que soy un practicante de psiquiatría y que tú eres mi tutora.

-Jason, en serio, no puedes. No puedo-Le susurró deslizando su mano por la espalda del rubio, tratando de calmarlo- Lo lamento mucho. Debo irme.

-Debes irte.-Murmuró él con repentina calma, haciendo desaparecer toda la desesperación que reflejó antes. Deshizo el abrazo y Thalia se preparó para lo que venía-Sí, siempre dicen lo mismo.-La mirada que ahora tenía era seca, ardiendo en odio y muriendo de decepción-Pero pensé que tú eras diferente ¡Que me querías!—Se vio odio en sus ojos azules, ahora nublados.— ¡PERO NO, ME ABANDONAS, IGUAL QUE TODOS! ¡"DEBO IRME" ESA SIEMPRE ES LA MALDITA EXCUSA! ¡SIEMPRE HAY COSAS MÁS IMPORTANTES QUE YO!...¿Sabes? Si te causo tanto fastidio, entonces vete y no vuelvas. ¡HAZ LO QUE TODO EL MUNDO ME HACE! ¡DÉJAME, VETE YA! ¡VETE!....—La miró dolido.—No debí confiar en ti. No debí creer que en serio me querías.

Thalia suspiró con pesadez y tristeza. Las palabras de su hermano la lastimaban ¿Que no lo quería? ¡Por favor! Fue ella la que hizo lo posible para separarlo de su detestable y alcohólica madre. Reunió las pruebas suficientes con tan sólo doce años para que fuese su padre quien tomará la custodia de Jason y que a Beryl le apresaran por abuso infantil.

Ella siempre dio todo por él, sin importar nada. Incluso, fue él quién la inspiró para decidirse por la psiquiatría en cuanto terminó la preparatoria. Cuando le diagnosticaron aquél Trastorno de Personalidad al menor.

Él era el centro de su vida.

No respondió a los gritos, sabía que la ira era solo uno de los síntomas. Tomó su bolso y chaqueta, se dirigió a la puerta y salió del departamento.

Dejando sólo a Jason.

Completa e infernalmente abandonado.

Cada fin de semana era lo mismo, su hermana le llevaba los desayunos, almuerzos y cenas para toda la semana, pues para que él pudiese cocinar necesitaba cuchillos, y ella los había confiscado todos. Tampoco podía salir a comprar por su cuenta; todas las personas fuera le parecían tan cambiantes. Tan falsas.