Sure

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Seguro

Martes, otra vez. Los días se estaban pasando extremadamente rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba nuevamente en el consultorio con su terapia semanal. Sin embargo, no se quejaba. En absoluto. La psiquiatra era encantadora.

—Muy bien, Jason ¿Cómo fue tu semana?—Preguntó la morena, sonriente.

—Uhm...buena.—Murmuró vacilando.

—Buena...¿En serio?

—Sí, buena.

—¿Estás seguro?—inquirió levantando una ceja—¿No tienes nada que decir, añadir o declarar?...¿Algo raro que haya sucedido? ¿No?

—No.—La chica le miró con escepticismo a rojo vivo en sus cambiantes ojos. Luego sonrió levemente y sustituyó aquélla expectación con comprensión y calidez.

—Jason, estoy aquí para ayudarte. Cualquier cosa que debas decirme o te preocupe, me lo puedes decir y te ayudaré ¿Bien? No te guardes nada. No sería bueno.

Muy encantadora.

—Bien, tu ganas. No fue precisamente buena, al menos no el fin de semana. Mi hermana...ella me está ignorando. Llegó a casa el sábado en la mañana, dejó la comida y se fue. No me habló.—Él froto sus ojos con las palmas de las manos, enojado.—Lo logré. ¡Maldita sea, lo logré! ¡La alejé! ¡Me va abandonar! ¡La única persona que tenía, se va por mi estúpida condición! ¡Se va!.—gritó con desesperación, levantándose de la silla y jalando su cabello.

—No, espera. Calmate.—Piper también se levantó, pero no hizo amago de intentar sentarlo de nuevo, ni siquiera de tocarlo. Solo habló.—Jason, no te culpes, no eres el causante de todo lo malo a tu alrededor. ¿Pensaste que quizá está cansada o algo preocupada por el trabajo? Tal vez se encontraba estresada y no quería irse contra ti. ¿Es algo que ella haría, verdad?

Jason la miró, procesando las palabras de la morena y respirando profundamente, como ella le había aconsejado el primer día.

—S-sí. Eso es algo...algo que Thalia haría.

—Y eso es porque te quiere. No te va a abandonar, siempre ha estado junto a ti, le importas. Eso es algo que debes entender.—Piper puso una mano envel hombro del Jason, apretandolo un poco—Relájate y vuelve a sentarte. Este es un tema que quiero tratar.

El rubio siguió órdenes, se sentó y siguió respirando. Cuando estuvo completamente calmado, la cherooke también tomó asiento y volvió a hablar.

—He notado que tomas la culpa de todo y no debería ser así. Jason, ya lo he dicho: no todo lo malo que sucede es tu culpa. Siempre habrán otros factores, tomalo en cuenta.

—Lo haré...lo intentaré.

—En eso se basa: inténtalo y lo lograrás. Sé que puedes.—la chica habló con decisión. Aun así, Jason no pudo evitar pensar que era solo un paciente más para ella.

¿Cuantas veces habrá dicho lo mismo a otros trastornados?

***

Hazel recorría con su índice el borde de la taza entre sus manos, escuchando lo que su amiga griega decía. Se escuchaba enojada.

—¡Él no se toma nada en serio! Todo lo convierte en chiste, siempre hay algo de que bromear y...¡Me enoja! ¡Me enoja mucho!

—Cali...te diría que dejarás todo, pero...es tu paciente. Literalmente tu trabajo (que tu escogiste). Debes hacer lo que puedas por ayudarlo. Además...su enfermedad le hace reírse de todo, lo sabes.

Broken (AU PJO Y HoO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora