(Mal) Esfuerzo
El pelinegro focejeaba y se agitaba con desesperación, esperando que fuese suficiente para poder liberarse del agarre de su padre y hermano menor, quienes literalmente lo estaban arrastrando por la acera.
—¡Dejenme, maldita sea! ¡Los psiquiatras tratan a locos, y yo no lo estoy!
—¡Pues te comportas como uno, Perseus!—habló su padre. Oh, el gran Poseidón. Su cabello azabache se mantenía corto y con pequeños reflejos de canas, las arrugas bajo sus ojos indicaban que en su rostro era fácil ver una sonrisa, la cuál se mantenía ausente en ese momento. Sus ojos, por lo general brillantes, estaban opacados por la preocupación y marcados por ojeras.
Perseus
Quiso llorar, gritar y morirse, otra vez. La última vez que había escuchado su nombre completo ser pronunciado con tanta autoridad fue unos minutos después de despegar camino a España y de labios de su madre
—¡Perseus Jackson, quedate quieto en tu asiento y no incómodes a la gente!
Después el avión había empezado a sufrir turbulencias, y en menos de cinco segundos estaba cayendo. Habían gritos en todos lados, pero los que más hacían eco entre el pánico y la desesperación eran los de su pequeña hermana sollozando.
—¡Percy! ¡Percy, hermano ¿Dónde estás!? ¡Tengo miedo, mucho miedo! Percy...Percy, ayudame. Ayudame, por favor.
El recuerdo permanecía dolorosamente fresco en su memoria, repitiéndose cada que podía torturarlo.
«No es una tortura, es un castigo. Y te lo mereces. Tanto que te hacías el valiente y les fallaste. No eres un héroe, solo un cobarde inútil. Entiendelo»
—Solo un cobarde.—susurró ahogado, dejando de forcejear y bajando la mirada, facilitando la tarea del hombre y el chico. Entraron a un edificio blanco a mitad de la cuadra, un consultorio privado probablemente. Tyson lo sentó en una silla de pasta azul mientras tu padre iba a algún otro lado. No tardó mucho.
Cuándo Poseidón volvió de recepción, vio a sus dos hijos menores decaídos, por lo que quiso intentar animarles. Esbozó su típica gran sonrisa y se acercó a ellos, revolviendo el cabello de los dos.
—Vamos, quiten esas caras largas. Todo va bien.—Tyson sonrió. Percy bufo.
—E iría mejor sin mí.
—Percy...
—No, papá. No te esfuerces ¿Vale? Sé perfectamente que no soy más que un estorbo para ti, para todos.
—No digas eso. No eres un estorbo, eres mi hijo.
—Un hijo ilegítimo. ¿Siquiera sabías que mamá estaba embarazada cuándo volviste con Anfitrite? Lo dudo.—Le retó mientras se levantaba.— Estoy seguro de que si hubiese muerto, si hubiese logrado mi suicidio, en sólo unas semanas ya no habrían problemas y ustedes me olvidarían sin mucho rollo.
Poseidón iba a réplicar, cuándo una firme aclaración de garganta se escuchó tras ellos. Los tres voltearon a mirar y una chica de cabellos rojos y alborotados miró con algo de sorpresa a Percy, el cuál reaccionó de igual forma.
—Am...la doctora está esperando. Señor Jackson, por favor sigame.—Y se encaminó por un pasillo. El azabache la siguió y cuando estuvo a su lado deseo ver lo más pronto posible a la psiquiatra. Era incómodo.
El mundo es un pañuelo.
—Creo que no nos hemos presentado correctamente. Soy Rachel, un gusto.
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Broken (AU PJO Y HoO)
Fanfiction«Rotos. Sí, esa sería una buena definición para estos jóvenes que no saben ya ni como autocontrolarse. Veamos si se pueden recoger los trozos y volver a ser armados. ¿Cortan? Claro que sí, pero si ellos en verdad importan no será muy difícil aguant...