<< promesa tambaleante >>

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Tom lo odiaba

Odiaba donde estaba.

Odiaba con quien estaba.

Odiaba por qué estaba ahí.

El lugar en el que fue puesto era una celda pequeña. Nada como las películas.

La losa de acero que sobresalía de la pared era el único lugar en el que tom podía sentarse cómodamente, el trabajo de pintura verde sucio estaba astillado y despegando.

El oficial era extrañamente agradable. Alto, aficionado y un olor persistente de menta, seguía tocando los hombros de Tom y golpeando su espalda.

Después de unas horas el oficial llegó a su celda para abrir la puerta de metal.

- alguien te está sacando niño
-¿enserio?

Tom cruzó los dedos, esperando que Tord fuera su salvador, que él podría correr en sus brazos y estarían bien.

Pero estaba equivocado. Dos figuras muy diferentes estaban apoyadas contra el escritorio de la policía, ocupadas en una conversación muy suave.

-Tus hermanos mayores te sacaron
-No son mi-

El más alto con el pelo más largo se lanzó hacia adelante y agarró a Tom, su mano se coloco sobre su boca y se inclinó cautelosamente hacia su oído. "

-Estamos con tord. Sigue el juego.

El más bajo con cejas espesas y cabello desordenado decidió hablar

-si oficial el es nuestro pequeño hermanito.

Golpeó  a Tom en el brazo, causando instantáneamente sensaciones de entumecimiento en el área circundante. Tom rió nerviosamente y le dio una palmada convincente a las espaldas del extraño.

El oficial de policía se alejó mientras tom se arrastraba duramente fuera. Se alejó inmediatamente y miró a los extraños con una expresión de pánico y confusión. El más corto encendió un cigarrillo y rápidamente comenzó a tomar un profundo respiro. El que había agarrado a tom más temprano rió nerviosamente.

- soy Pat, el es Paul. Tord nos envió.
-¿por qué a ustedes?
- somos sus padres adoptivos.
- se ven muy jóvenes
- solo somos cuatro años mayor que Tord.
- dios.
- hablando del rey de Roma.

Tom sintió dos brazos calientes envolverse alrededor de su cintura y lo empujó en un abrazo. Sintió el pecho revolotear mientras el aroma familiar de caramelos azucarados y cerezas llenaba sus sentidos.

-¿Tord, qué ha-
-Oh, Dios mío Tom ¿estás bien? Traté de despertarte, pero te dormiste profundamente  y la policía ya estaba corriendo y estaban muy pesado, sin ofender, pero no quería irme casi que pensé que si te arrestaran-

Tom tomó el rostro de Tord en sus manos, picoteando suavemente la mejilla; Silenciando inmediatamente al hablante noruego.

-Estoy bien, tord.
-Bueno, aún tengo que disculparme.
-Y ¿cómo piensas hacer eso tord?

entrelazó sus dedos con tom, arrastrándolo en dirección al centro de la ciudad.

no dejó de correr hasta que llegaron a un alto edificio blanco con pilares metálicos y pantallas de cristal decorando la entrada.

La pista de hielo de la ciudad. obviamente.

Tord los registró y agarro dos pares de patines negros. Tom los agarró y se echó a reír.

Después de atarlos fuertemente, tom empezó a tambalearse hacia la pista. Tord apoyó su brazo sobre su hombro para sostenerlo.

- ¿alguna vez patinaste antes kitty boy?
-honestamente no.
-De ninguna manera, me estás mintiendo.
-lo Prometo que no lo soy.
-Bueno, entonces supongo que debería ser tu mentor.

Tord puso el pie en el hielo e inmediatamente se deslizó en un círculo perfecto. Tom se negó a soltar el muro. Sus piernas apenas podían cambiar.

Tord unió los brazos con Tom.

-Vamos Tom, estamos dejando la pared.
-¡no! ¡no! Tord juro que te mato.
- solo si me atrapas.

Tord se hizo hacia atrás, patinando perfectamente frente a Tom, que con furia frunció el ceño en la derrota.
Se aferró a la mano de tord que patinaba unos cuantos pasos. Tom intentó copiar, Sus pies luchando para encontrar un ritmo.

Después de un lento patinaje durante casi cinco minutos, la navaja del patín de Tom encontró un pedazo que faltaba en el hielo.

Los dos muchachos cayeron al suelo helado. Tord de espaldas al hielo, las manos de Tom se cerraron a cada lado de su rostro y su cuerpo flotó vacilante.

Los labios de tord se curvaron en una sonrisa.

-Te ves increíble por encima de mí.
-idiota.

Los dos chicos salieron de la pista.

Después de matar su tiempo en tiendas de dulces, el parque y la pista de hielo; El dúo finalmente llegó a casa.

El sol se inclinaba detrás de las escarpadas montañas que bordeaban el horizonte ámbar. Tord tomó las manos de Tom en los suyos, sonriendo con cariño a su novio.

-antes de irme tengo un último regalo.

Tord sumergió su cuerpo, una rodilla que inclinaba en el concreto y la otra doblada en un ángulo perfecto de 90 grados. Se metió la mano en el bolsillo para recuperar un anillo de haribo de gelatina naranja.

Tom ahogó su risa en la manga de su franela que había tirado. Su otra mano seguía en el cómodo agarre de Tord.

-kitty boy, Tom, Thomas, lo que quieras. Me he enamorado locamente de ti y estoy bien con eso, así que acepta mi ofrenda y toma este anillo en la propuesta de nuestra interminable amistad y amor.

Tord deslizó el anillo de dulce en el dedo anular de Tom. Tom tomó tord, jalando de sus brazos alrededor del cuello de éste.

-Supongo que esto significa que tengo que conseguirte un anillo.

Los dos amantes reían amistosamente al unísono antes de dirigirse a sus respectivas casas.

Tom cerró la puerta antes de apoyarse en el marco. Estaba en un estado apasionado.

Pero no en el momento adecuado.

Una figura alta y oscura paseaba por las escaleras.

-Tom

tom percibió que su garganta se apretaba cuando su corazón se deslizó hasta los dedos de los pies.

-Papá.

★ Dear Starboy ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora