CDM's conflict [Fanfic Corazón de Melón]

Capítulo 10

Llamas al timbre indecisa y escuchas unos pasos hacia la puerta.

— ¡No me muerdas! — grita una voz masculina al otro lado de la puerta, luego se escucha un fuerte maullido y la puerta se abre

¡Vaya! ¡Qué sorpresa! Quién abre la puerta de la casa es nada más y nada menos que Nathaniel, el delegado del instituto, y... La verdad que no es normal el número de gatos que tiene.

Sus ojos se abren como platos como si no creyera que estás delante de su casa, se los frota y vuelve a parpadear varias veces tratando de convencerse de que eres un espejismo, un hermoso espejismo.

— ¿Sucrette? — dice parpadeando y con la boca abierta

— No me mires de ese modo, no soy un fantasma — bromeas tendiendo el gato hacia él — lo encontré y como venía la dirección de la casa vine a traerlo, debería sorprenderme de que fuera tuyo pero teniendo en cuenta el número de gatos que tienes...

— Entiendo, este granujilla suele escaparse amenudo, si quieres puedes quedártelo, supongo que le habrás cogido cariño y como tú misma has dicho gatos no me faltan

— Jajaja, se ve y ciertamente le cogí bastante cariño, pero mi tía no soporta los gatos, le da una especie de alergia tremenda y no deja de estornudar 

— Vaya... — se rasca la nuca — bueno pero pasa por favor ¿Has comido?

Niegas con la cabeza y te quedas en la entrada de su casa quieta, el chico se mira confundido y te pone una mano en el hombro para que pases pero niegas con la cabeza.

— No he comido pero no quiero molestar y... — el rubio te interrumpe

— No te preocupes, mi hermana no está 

— Ah — se hace un silencio incómodo y ambos comenzáis a reiros — entonces creo que si quiero comer algo

— Jaja, claro, bienvenida

Mires donde mires en todos los rincones de la casa hay gatos, gatos de todas clases y razas, ¿Qué obsesión tiene este chico con los gatos? Supongo que es tierno que los recoja y los cuide pero esto es demasiado.

— ¿Has contado la cantidad de gatos que tienes?

— Amo los gatos jeje, cuando veo uno abandonado no puedo evitar cogerlo y quedármelo; sincéramente he perdido la cuenta, suelo darlos en adopción a gente que los quiera

— Eso es genial... — dices mirando toda la clase de gatos que hay, la mayoría sin una raza de gama alta — podría ayudarte

— ¿De veras? 

— Claro, hablémoslo mientras me das algo de comer, realmente muero de hambre — dices tocándote la barriga sintiendo como te ruge