CDM's conflict [Fanfic Corazón de Melón]

CDM (Parte 107)

CAPÍTULO 107

Lysandro: Sucrette, desde que nos conocimos caí profúndamente en tu red, por mucho que lo intentara no pude escapar, y tengo claro que ya en vez de intentar liberarme solo quiero seguir creándola contigo.

Te amo más que a cualquier persona en el mundo.

No sabes lo que sería capaz de hacer por ti.

Bajarte una estrella para que te proteja en esas oscuras noches que tanto te aterran.

Crear una flor para que tenga la feliz oportunidad de compartir tu nombre.

Recoger las mejores gotas de rocio para que puedan ser las únicas testigas de tus baños de tus momentos de relax.

Hasta ahora hemos compartido muchas lágrimas, risas, momentos fáciles y difíciles y por nada del mundo nos hemos dejado de amar.

Hemos seguido a pesar de las adversidades.

Apoyándonos mútuamente, amándonos, cuidándonos, entregando lo mejor de nosotros a la otra persona.

Y no quiero que eso termine, es más, si es posible me gustaría que compartiéramos muchas más cosas.

Poder reparar errores del pasado con momentos del presente.

Poder seguir recorriendo cada noche el horizonte de tus labios y sumergirme en el mar de tus besos.

Susurrarte un “te quiero” por minuto, un “te amo” por latido.

Mirar las estrellas en la noche de tus ojos, tomar la luz de tu cuerpo libre y ligero como el cielo.

Permíteme poder seguir siendo la primera persona que veas al despertar, que veas incluso antes que esos traviesos rayos de sol que alumbran tus mejillas en los amaneceres y acarician tu torso blanco como el mármol en los ocasos.

Siempre he hecho lo posible e imposible para que llegaras a ser la persona más feliz del mundo, del universio, de la galaxia.

Cada momento siendo egoista, queriendo conseguir tu felicidad para conseguir la mía propia. Porque tus alegrías son mis alegrías, y tus lágrimas son mis lágrimas; y si hiciera falta daría mis lágrimas a cambio de tus alegrías.

Todo, absolútamente todo, lo que he hecho, lo hice y lo hago por y para ti.

Por eso déjame ser egoista una vez más en mi vida, deja que te haga una petición, una corta propuesta, una tonta promesa, unas simples palabras, deja que los susurros de este pobre poeta enamorado acaricien tus labios, deja que ablanden tu corazón.

Déjame seguir disfrutando de nuestros pequeños momentos, esos momentos secretos e irrumpibles donde tú y yo somos los únicos protagonistas.

Déjame que siga sintiendo la suave brisa de tu esencia cada momento de mi vida.

Déjame ser dueño del rubor de tus mejillas, de la miel de tus ojos, de tus ebras caramelo y del azucar de tus labios.

Déjame ser tu único caballero el único que proteja a esta princesa de cualquier peligro.

Deja que haga todo esto por el resto de mis días, si me dejas prometo que gastaré todos y cada uno de los segundos de mi vida en sacarte sonrisas, en regalarte alegrías, en robarte besos y cuidar con recelo los pétalos de nuestro amor cuan pétalos de orquídeas, delicadas y hermosas.

Deja que sea tu otra mitad, que sea tu más preciado tesoro.

Prometo vigilar y asegurarme que siempre lleves alégremente como mejor complemento la curva perlada de tus labios cereza.

¿Podrías conceder el deseo de este chico enamorado?

¿Podrías hacerme la persona más feliz del mundo?

Sólo necesito una palabra, una simple palabra para morir ternura, para que mis sentimientos revosen.

Se la palabra que colme el vaso de mi mente.

Se el sentimiento que llene mi corazón.

Se mía por siempre.

Se mi compañera y mi amiga para todo.

Mi princesa, mi reina, mi diosa, mi musa.

¿Me harías el honor de ser también mi mujer?

¿Me concederías la felicidad de gastar cada uno de tus años a mi lado?

La niña de mis ojos, la mujer mis sueños, mi vida, mi bella flor de primavera.

¿Te casarías conmigo?