CDM's conflict [Fanfic Corazón de Melón]

CDM (Parte 93)

CAPÍTULO 93

Narrador: El príncipe Ciel miró a Rosa, en ella se podía distinguir algo parecido al miedo

Ciel: Si no la sueltas, no me dejas opción, resolvamos esto como hombres — arroja una espada a sus pies — ¡PELEA!

Rosa: ¡No por favor no lo hagas, nuncas has peleado, no debes!

Erik: Lo hago por nosotros Rosa, por nuestro futuro — abraza a la joven y luego deposita un tierno beso en su frente mientras una lágrima recorre el hermoso rostro de la joven — no perderé

Narrador: Los dos chicos comenzaron una larga pelea que se extendió hasta el amanecer, finálmente una de las espadas cayó al suelo junto con un charco de sangre y un horrible grito

Ciel: No puedes superarme, solo eres un campesino, ahora Rosa, ven conmigo — la toma de la muñeca

Erik: ¡No! ¡Dé-déjala! 

Ciel: ¿Aún puedes hablar? — se acerca para rematarlo pero la princesa Rosa lo detiene

Rosa: ¡No por favor!

Ciel: Él morirá, como caballero mi deber es que deje de sufrir

Rosa: Entonces, deja que lo haga yo — dice entre lágrimas

Ciel: Todo vuestro princesa — le da la espada

Rosa: Erik... 

Erik: Hazlo, acaba conmigo, moriré de igual manera

Rosa: Yo... — acerca la espada y la pone sobre su corazón

Erik: Si he de morir, me alegro que sea en tus brazos, princesa

Rosa: No, no puedo matarte — dice con voz temblorosa y soltando la espada — debes estar hasta el final ¡Conmigo!

Ciel: Princesa, debemos irnos

Erik: Rosa, mátame, hazlo, por favor, acaba con mi sufrimiento

Rosa: Erik... ¿Por qué dices cosas tan horribles?

Erik: No dejes que muera a manos de aquel sujeto, mátame, clava esa afilada espada aquí — dice señalando su corazón, mientras las lágrimas de la joven princesa caen en su rostro — hazlo rápido, no... No me queda mucho

Narrador: La princesa no quiere, pero sabe que él va a morir, y sabe que ella es la única que puede cumplir su último deseo, toma la espada, la empuña con ambas manos y se levanta

Rosa: Adiós, Erik

Erik: Adiós Rosa, mi pequeña princesa — él le da su última sonrisa antes de que la afilada arma atraviese su corazón