first love + Ksj √

T R E I N T A Y D O S

2016년

Necesitaba tiempo para pensar en lo que había pasado en el invierno. Hoseok no me habló nunca más ni contestó las llamadas ni mensajes después de eso. Dolía a montones, pero no podía hacer nada. Otra vez había sido mi culpa aunque no había hecho nada. Si Hoseok lo tomaba así, no podía hacer nada, era su forma de pensar. No le conté a Taehyung sobre lo que Hoseok me había dicho aquello en la fiesta, pero supuse que ya lo sabía cuando me preguntó por Jin. No le respondí nada por ello, es decir, solo habíamos hablado de cosas triviales. Cuando él se refería a eso, era si había llegado a tener algo con él, lo cual no podría, era como quemarme con fuego.

Las clases surgieron tranquilamente. Mi vida estaba en su época más pacífica. Me concentraba en los estudios, trabajar y escribir. No era muy buena, pero siempre agarraba mi libreta y escribía poemas. Gracias a eso conocí a Jihoon y Minyu, dos chicos de mi clase de poesía. De alguna forma, hablar de temas intelectuales hacía que mi forma de pensar cambiara. Dejé las ñoñerías y empecé a preocuparme por cosas más importantes como buscar prácticas, preparar mi tesis, capacitaciones, etc. Era estresante, pero me divertía en gran parte. Byunghun no estuvo en el ciclo, así que mi tranquilidad duró todo el ciclo, no se veía afectado para nada, excepto cuando caí con la sorpresa de un chico declarándose. Tuve que declinar su declaración, porque de alguna manera mi cabeza estaba en Hoseok y las sensaciones que había causado en mí.

A veces le mandaba un mensaje, pero no respondía. Taehyung no quería darme razón de él, así que no supe qué hacer. La única opción era olvidarme, aunque era imposible. Hoseok me había enseñado lo que era estar en una relación esos 15 días. No había sido como Yoongi. La distancia con Yoongi hacia que no experimentara ciertas cosas, además mis sentimientos eran más fuertes por Jin en aquel entonces; pero con Hoseok, las cosas eran diferentes, él me volvía loco, pero el hecho de que sea tan estúpida al atormentarme con mi pasado lo había hecho huir. Sólo necesitaba conversar una vez más con él, cara a cara.

Apenas terminé las clases en la universidad, pedí en mi trabajo un par de semanas de descanso. Para mi suerte, el jefe –que era padre de una compañera de clase muy cercana- accedió con darme una semana de descanso. No era nada, pero no podía hacer nada por ello, al menos era algo, así que agarré mis cosas y viajé a Gwangju repentinamente. Mamá se sorprendió al verme abrir la puerta de la casa y me abrazó con todas sus fuerzas. Durante el ciclo ella me había ido a visitar, pero a causa del trabajo apenas le veía en las noches cuando regresaba de estudiar, así que entendía cuanto me había extrañado y yo a ella. Fuimos a almorzar y empecé a escuchar lo que me decía y yo a ella le contaba mis cosas. Antes no lo hacía, era más cerrada e indiferente, pero de alguna manera había cambiado, incluso lo sentía. La ayudé en su trabajo, quedándome en su oficina arreglando oficios –que había aprendido organizarlos gracias a ella- mientras nos reíamos de cosas sin sentido. Aún no les había avisado a mis amigas ni a Taehyung que había regresado a Gwangju, sin embargo, él primero que me vio, al pasar por la plaza principal, fue Jimin.

Mamá me dejó con él ahí así que nos quedamos comiendo helados. Metió en el tema a Yoongi, sin embargo, por alguna razón no quería saber nada de mi pasado, así que lo distraje y cambié de tema. Minutos más tarde me despedí diciendo que iría a comprar comida para mis perros, así que huí. Caminé y caminé hasta que llegué a la casa de Taehyung. Toqué su timbre varias veces, pero nunca abrió. Tuve que llamarlo para decirle que estaba afuera, sin embargo cuando me dijo que estaba en lo de Hoseok, me petrifiqué. Me pidió que fuera, sin embargo no insistió mucho cuando dije que no. Iba de regreso a casa cuando me arrepentí y di media vuelta, dirigiéndome a la casa de Hoseok.

No la había pisado desde que fui a verlo para hablar conforme lo que había pasado en la fiesta, pero nunca me abrió la puerta ni me dijo nada. Ni siquiera cinco meses después. Incluso había pensado que no le importaba, que solo había estado divirtiéndose conmigo, pero también algo me decía que no. Yo había sido la cruel. Me coloqué en el frente y toqué el timbre. Vi incluso como mi mano temblaba así que me la sostuve con fuerza, calmándome. Cuando escuché la puerta abrirse sentí como me volvía loca por dentro, pero no fue más cuando lo vi. Hoseok se detuvo en seco al mirarme. Sus ojos se abrieron y por alguna razón mis ojos se llenaron de lágrimas.