Un Tío Sucio 🔸T E R M I N A D A🔹

De mal en peor

Monse sintió algo retorcerse en su interior. No sabía porque, pero esas palabras la hirieron en el alma.

Monse: ¿Por qué me haces esto, tío?¿No puedes olvidar lo ocurrido en la fiesta, y admitir lo que realmente sientes por mi?

Monserrat lo veía.Sentía el amor de Yoongi por ella, pero lo único que él hacía nada mas era ignorarla, y ocultar el verdadero sentimiento que sentía por ella.

Suga: ¿Sentir que? no hay absolutamente nada de lo que yo pueda sentir por ti,Monse. Escúchame bien, cuando Sora y tu papá regresen, olvidaremos todo. ¿De acuerdo? Todo volverá a ser como antes.

Monse sintió un dolor desgarrador en el corazón. Sus ojos se aguaron. Yoongi no lo sabía, pero la estaba hiriendo con sus palabras. Apretó los labios, obligándose a si misma no llorar y siguió hablando por más que le costara.

Monse: Después de todo lo que hemos pasado, ¿Estas seguro de que todo volverá a ser como antes?

Suga: Si- Contestó fríamente, con el rostro inexpresivo-

Monse: Vale.

De repente, se escuchó el ruido de unas llaves entrar por la cerradura de la puerta principal. La puerta se abrió, y Sora y Erik aparecieron con maletas en las manos. Monse retuvo las ganas de querer llorar y dibujó una sonrisa en su rostro.

Monse: ¡Hola papá!-Exclamó abalanzándose hacia los brazos de su padre- ¿Cómo estas?

Pp: Bien,  ¿Haz estado estudiando?

Monse solo asintió, débil. En vez de que su padre le preguntara como lo pasó en su ausencia o cómo estaba, le preguntó por sus estudios. Una cosa más para decir que su padre no la amaba.

Suga: ¿Cómo lo pasaron?

Sora: Excelente -Sonrió- Miami es grande,y bellísimo...¿Y ustedes dos? ¿Alguna novedad?

Monse: No hay absolutamente nada de lo que podamos compartir -Dijo retrocediendo unos cuantos pasos y subió las escaleras para encerrarse en su cuarto-

Sora tocó un par de veces la puerta.

Sora: Monse... Cariño.¿Puedo entrar?

Monse: Si -Por el tono de voz, Sora pudo darse cuenta de que había estado llorando-

Sora abrió la puerta y entró. Se acercó hacia la cama y se sentó a la orilla del colchón. acarició la cabeza , en un intento por consolarla.

Sora: Mi amor, ¿Qué pasa?

Monse: Nada -Contesto con el rostro hundido en la almohada-

Sora: Sabes que estoy aquí para escucharte...¿Acaso no te alegra de que tu padre y yo hallamos vuelto?

Monse: No, no es eso -Levantó la cabeza y se dio la vuelta para mirarla a los ojos- Por supuesto que me alegra que estén aquí, es solo que... papá ni siquiera me saludo ni como es debido.¿Tan mal hija soy para que merezca su odio?

Sora: Oh, mi niña, no digas eso... Él no te odia, sabes que tu padre te quiere.

Monse: No me lo demuestra.