Día inolvidable...

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Narra Miriam

El joven apuesto se quedó por un momento pasmado viendo mis brazos alrededor de él, reaccioné enseguida y apenada me alejé unos cuantos pasos poniendo distancia. 

Miriam:- Muchas gracias por tu ayuda, no sabía como librarme de ellos y evitar que me robaran todo.- 

John:-No tienes nada que agradecer, al contrario estoy bastante molesto ¿Cómo es posible que se hayan aprovechado que estabas sola para intentar agredirte?.-

Miriam:- Ya ves como es esto, ya no puede uno andar tranquilo por la calle 

John:-Pues no, pero no debería ser así.-

Se hizo un silencio un tanto incómodo.

Miriam:- Tengo que irme. ¿Hay algo que pueda hacer para agradecerte tu ayuda?.-

John:- No, tranquila no tienes que hacer nada, lo hice por que quise ayudar.-

Miriam:- Bueno, gracias.-

Tomé las cosas que había comprado y di media vuelta para seguir con mi plan original pero me detuvo su voz.

John:-Espera... ¿Cómo te llamas? al menos me gustaría saber eso.-

Me giré y lo note un poco... ¿nervioso? me pareció bastante dulce.

Miriam:- Miriam  ¿Y el tuyo?.-

John: John... John Evans.- 

Solté una risita, me pareció chistoso que saludara como James Bond jajaja normalmente das solo tu nombre; en fin se agradece la confianza. 

(John en multimedia)

John:- Dije algo malo?.- Se veía en su rostro que estaba desconcertado 

Miriam:-No, perdona solo me sorprendió mucho que me dijeras tu apellido. Mucho gusto John Evans.- Estiré mi brazo para darle mi mano en forma de saludo. John se quedó un momento comprendiendo lo que había hecho y soltó una risa. 

John:- Perdona, soné muy profesional.- Estiró su brazo para corresponderme el saludo.- El gusto es todo mío.- En el momento en el que nuestras manos se unieron, sentí un nerviosismo incontrolable y creo que a él le ocurrió lo mismo porque automáticamente retiró su mano de la mía y la llevó hacia su bermuda beige ¿Estaba sudando? ni cuenta me di, al parecer no fui la única que se puso nerviosa. 

Miriam:- Ahora si tengo que irme, voy tarde. Gracias nuevamente por ayudarme.- Comencé a caminar en reversa hacia el estacionamiento sin apartar mi mirada de él.

John:- Fue un todo un placer.

Me di la vuelta para seguir mi camino pero en eso su voz me detuvo. 

John:- Quieres que te acompañe? no vaya a ser que los rufianes regresen.-

Me giré a verlo nuevamente.

Miriam:- Gracias pero aprendí bastante observándote, además vivo aquí cerca. Gracias de todos modos.-

John simplemente asentó con la cabeza y se dio la vuelta en dirección apuesta a donde yo estaba yendo. 

Me detuve para verlo una última vez y antes de que se me olvidara, le grité por la espalda. 

Miriam:- Por cierto, me alegra saber que no soy la única que necesita una lista de compras.- John volteó y me sonrió. 

John:- Así que lo notaste, yo diciéndole a mi hermano que nadie se fijaría. Lo que si es que copiaré tu idea de ir tachando de la lista las cosas que voy metiendo a mi carrito.-

La vida de Miriam WaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora