Una noche inolvidable...

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Cuando llegamos al parque y nos acostamos en el pasto, hubo un momento en donde ninguno de los dos comento nada, sólo nos quedamos viendo el hermoso cielo hasta que John rompió el hielo y comenzo a platicar.

John: -Al fin estamos solo los dos-

Miriam: -Si, por fin-

John en ese momento volteó a verme mostrando una cara de sorpresa, creo que no esperaba que fuera a responder eso.

John: -¿Qué? ¿Entonces tu querías estar conmigo?-

Miriam: -bueno, si.. no... me refería a que en mi jardín era muy probable que mi papá me viera, así aquí no esta.- John se quedó un momento callado, pude notar que no fue creíble mi excusa.  Además no pudimos terminar de platicar en la fiesta porque ya sabes, llegó Luke- Lo último lo convenció más-

John: -Ah si, estaba un poco molesto por lo que noté-

Miriam: -Si, no entiendo porqué actuó de esa manera, él no tiene derecho a ponerse así. Siempre se molesta cuando me vé con amigos y entiendo que me proteja pero a veces se excede-

John: -Si, no sé que decir pero, ¿No será que le gustas?-

Miriam: -¿Qué? no, como crees si él tiene novia, es mi mejor amiga Mónica. No, eso si que es imposible-

John: -¿Y entonces porqué te proteje tanto?--

Miriam: -¿Te molesta que me proteja?¿Estás celoso?- John se queda callado. 

John: -¿Qué? ¿Yo celoso? para nada, a mi me da igual-

Miriam: -mmm no te creo nada.-

John: -¿A si?, pues si sigues insistiendo con eso, voy a tener que aventarte al lago para que se te salgan esas ideas de la cabeza.- No pude evitar soltar una carcajada, lo sabía estaba celoso pero no quería admitirlo. No podía parar de reír, me dolía ya el estómago. John me miraba extrañado tratando de descifrar qué hacía tanta gracia

Miriam: -Pues quiero ver si te atreves, no te creo-

Dije eso acercándome a él de tal manera que estaba a centímetros de su rostro, pensé que no lo haría pero en ese momento se paró de donde estaba y me cargó de sorpresa de modo que un brazo lo tenía en mis piernas y el otro en mi espalda. Yo empecé a gritar y a suplicarle que me bajara pero era inútil, era más fuerte que yo. 

Miriam: John espera!! jajajajaja, no me avientes jajaja. En serio John, bájame ya.- No me hacía caso y seguía acercándose a la orilla.- Por favor, el agua ha de estar helada y no traje otra ropa.- Era inútil, me retorcía como gusano pero no funcionaba. John en cambio disfrutaba de mis súplicas se ve que le encanta tener el control. 

Cuando estábamos a menos de un metro de la orilla del lago  me voltee y abracé su cuello. Él se quedó sin moverse y cuando pensé que había logrado convencerlo que no me lanzara al lago él dijo lo siguiente.

John: -Sólo hay una manera que me arrepienta y no te lance al lago frío y en la noche-

Miriam: -Cuaaal, cuaaal por favor hago lo que quieras, pero no me lances. John hablo en serio no me lances, además tengo mi celular en el bolsillo-

John: -Esta bien, para que yo te perdone y no te aviente tienes que decir: "John,  te creo que no te pusiste celoso de mi amigo y yo estoy equivocada"-

Miriam: ¿Queeee? Ni loca digo eso, yo sé que tengo razón"

John: -Está bien, desperdiciaste tu única oportunidad-

Miriam:-No, John, ¡¡por favor no...!!-

Apenas terminé de decir eso cuando en eso John me lanzó y caí directo hacia el frío y oscuro lago.  Madre mia si que estaba helada. Cuando salí a la superficie John estaba en la orilla muerto de la risa, tenía que vengarme. 

La vida de Miriam WaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora