Me quedé varios minutos ahi parada como en shok, no podía creer que John estuviera en mi ventana después de lo que me había hecho. Definitivamente estaba loco este hombre si creía que iba a perdonarlo tan fácilmente.
John: -¿Todo bien? parece como si hubieras visto un fantasma- Se rie de forma burlona.
Miriam: -jaja que gracioso John, nada que ver. ¿Que rayos haces aquí, y más después de lo que me hiciste. Si llega a despertarse mi papá y te vé ahí parado te mata-
John: -Entonces tendré que defenderme para que eso suceda, recuerdas que sé algo de artes marciales?- hace un gesto levantando las cejas, agh pero qué engreído.
Miriam: -Si si como digas John. En serio ¿A qué viniste? ¿No te das cuenta que ya es tarde? ya me quiero dormir y no quiero ni verte así que te pido que te vayas por favor- En efecto estaba siendo un poco grosera pero él se lo ganó por patán.
John: -ey, tranquila por qué la agresión. Vine porque me sentí mal por lo que pasó y quería pedirte una disculpa además si mal no recuerdo, no respondiste la pregunta que te hice hace rato en el parque- Ay no, ¿En serio?
Miriam: -¿Tenía que ser justamente ahorita? podías hacerlo mañana u otro día. John en serio ya me quiero dormir así que buenas noches.- Me retiré de la ventana y la iba a cerrar pero me detuvo su voz.
John:- Miriam, por favor si no me quieres disculpar lo entiendo si fui un rotundo patán y prometo compensartelo pero no me dejes así necesito saber si sientes lo mismo que yo.- Respiré profundo y volví a acercarme a la ventana. No se en qué momento John había logrado escalar por la pared hasta estar casi en mi ventana. Está loco definitivamente, pero he de admitir que una parte profunda mía amaba su terquedad.
Miriam:- Está bien con la condición de que apenas obtengas lo que viniste a buscar te vayas no me quiero meter en problemas y ya te dije que estoy muy cansada.-
John: -Esta bien, me iré apenas respondas mi pregunta lo prometo. ¿Puedes ayudarme a subir y a entrar? en cualquier momento me puedo caer y no te escucho bien-
Miriam: -¿Haces muchas promesas no crees? a ver te ayudo.-
Empecé a ayudarlo sosteniendo su mano, cuando estaba pasando una pierna por mi ventana se tropezó con el borde y caímos los dos dentro de mi habitación, él encima de mí. Mi corazón empezó a latir a mil por hora y me quedé viendo sus hermosos ojos por un instante. John acarició mi mejilla y empecé a darme cuenta que estaba viendo mis labios. No podía resistirme pero logré mover mi cabeza hacia un lado haciendo que él se diera cuenta de lo que estaba por suceder. Con mucho cuidado se quitó de encima y se puso de pie, se quedó viéndome un momento con una sonrisa en su rostro. Se podía notar que estaba a punto de explotar de la risa porque yo estaba roja como un jitomate por la vergüenza.
John: -Mira nada mas, lo roja que estás! jajajajajaja no te preocupes Miriam, no hay de qué avergonzarse!-
Miriam: -Basta John y mejor ayúdame a ponerme de pie que creo que me lastime la espalda al caer-
John me tendió su mano para que la agarrara y me ayudara a ponerme de pie, pero en el momento que iba a pararme me tropecé, no sé que está pasando hoy o por qué hace esto el destino. Iba a caer pero John logro sujetarme haciendo que la mano derecha terminara situada en mi espalda pegándome hacia él. La mano izquierda mientras tanto se encontraba agarrando la mía. Nuestras narices estaban a sólo centímetros de tocarse y sentía su respiración cálido, haciendo que me pusiera la piel de gallina. No pude evitar ponerme roja de nuevo pues estar en esas circunstancias no era lo que tenía en mente. Nos quedamos ahí mirándonos varios segundos, hasta que John lentamente pasó por detrás de mi oreja el mechón que se había ido hacia mi rostro. Hubiera querido seguir así por más tiempo, observándolo y respirando su aroma, pero él terminó por romper el silencio.
John:-Entonces, ¿Tú sientes lo mismo que yo?
Miriam: -John... yo.... .-No encontraba una excusa para salirme de esta situación.- ya me quiero dormir, por favor vete, estoy muy cansada y quiero descansar. Ademas recuerda que no te he perdonado.-
John: -Quedamos en que no me iría hasta que me contestaras y así lo haré.-
Miriam: -Entonces yo creo que nunca te irás porque no te contestaré y yo ya me voy a dormir-
John: -Perfecto, entonces me quedaré sentado aquí en tu sillón-
Miriam: -Perfecto como quieras, descansa. Ah y por favor mañana en la mañana espero que no sigas aquí porque nos meterás en problemas con mi papa. Adiós.-
Caminé hacia mi cama mientras John se sentaba en mi sillón como me había dicho. Cuando llegué a mi alcochonada cama, retiré los cojines que se encontraban encima y me metí a las cobijas. Me di la vuelta para dormirme viendo hacia el lado opuesto del que se encontraba John. Pasaron unos segundos hasta que sentí que el otro lado de la cama comenzaba a hundirse. Me hice la dormida para no tener que contestar la pregunta que tanto quería John que contestara. Yo no me atravía a decirle cual era mi respuesta porque estaba confundida, no sabía que era lo que sentía realmente.
John se acostó al lado de mí y con su brazo rodeo mi cintura abrazándome y haciéndo que se pegara más a mí. Me puse super nerviosa al sentir su cuerpo atrás del mio pero tengo que admitir que era realmente reconfortante. Hacía mucho tiempo que no sentía tanta tranquilidad y paz. No quería cerrar los ojos porque John tenía que irse esto estaba mal ni siquiera somos algo para hacer este tipo de cosas, pero siendo sincera no quería que se fuera aunque nunca se lo iba a decir. Estaba por cerrar los ojos y dejarme llevar por Morfeo cuando escuche que John hablaba.
John: -Ay Miriam, porqué eres tan hermosa y como le haces para hacerme sentir tan diferente cuando estoy contigo. No se como le voy a hacer pero te voy a conquistar.-
Una sonrisa de oreja a oreja se formo en mi rostro mientras repasaba sus palabras una y otra vez. Después de eso lo único que recuerdo fue que se acercó y dejó un beso en mi cabeza pero ya no supe si dijo algo más pues me quede profundamente dormida.
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La vida de Miriam Wane
Teen FictionMiriam es una joven que tras la muerte de su madre, su vida se vuelve muy dolorosa, sin embargo, todo cambia el día que conoce a John, un joven que salva su vida y le enseña lo que significa amar. Lamentablemente ella hace una apuesta con su mejor...