Después del espectáculo con el Oficial Patrick, terminé de ayudarlo con los patínes de hielo y nos encaminamos a las escaleras, al principio fue muy difícil subirlas porque perdías el equilibrio pero después de varias veces que casi me caigo, John optó por ponerse atrás de mi y a ir ayudándome a subir mientras me sujetaba de la cintura. Cuando logramos subir por completo ahora venía la parte más difícil, entrar al hielo...cuando puse un pie en ese piso tan blanco y resbaloso, pude sentir la diferente textura que tenía debajo de mis pies. Yo de chiquita había patinado con mi familia y primos varias veces pero al parecer para John era su primera vez asi que tuve que estar cuidándolo para que no se cayera. Era muy difícil lograr que John se mantuviera de pie porque era más grande que yo y por obvias razones también mas pesado que yo, tenía que jalarlo para que se separara de la barra que hay en las orillas porque parecía un bebe pegado a la pared. Como veía que mis esfuerzos no servían de nada al jalarlo se me ocurrió la maravillosa idea de que me tomara de la cintura y yo lo iba jalando para que así se le hiciera más fácil y eso fue lo que hicimos. Estuvimos como 1 hora y media mas o menos llena de risas y de caidas hasta que nos dimos cuenta que ya se había hecho un poco tarde y que nuestra hora de patinaje ya había concluido. Tristes y sin ánimos nos regresamos a la entrada y fuimos directo por nuestros zapatos. No pasó ni media hora cuando ya nos encontrábamos en el camino para ir a mi casa, yo no podía sacarme de la cabeza lo que había ocurrido 2 horas antes mientras nos poníamos los patines, se me hacía imposible que eso fuera real. El simple hecho de que aceptara finalmente lo que sentía por John me hacía sentirme diferente y a pesar de que estaba al lado de mí ya lo estaba empezando a extrañar porque en unos cuantos minutos estaría en mi casa nuevamente.
Como lo mencioné, minutos después nos encontrábamos frente a una casa con muchos árboles y una entrada lo suficiente grande y enfrente una reja que separaba la casa de la calle. Hubo un momento en silencio durante escasos minutos hasta que algo lo interrumpió, era mi celular que comenzó a sonar y en la pantalla se podía er perfectamente quien era la persona que llamaba.
Miriam: -Bien, supongo que tengo que irme, mi padre me pondrá como chancla de por si por la hora que es.-
John: -Miriam, espera, antes de que te vayas, quiero...mmm...saber que va a pasar después de todo...-
Miriam: -Mira John, tu sabes ahora lo que siento por ti pero quisera esperar un poco, mi papá no te conoce y pues quisiera que nos conociéramos un poco más.-
John: -Y...cuanto tiempo quieres que esperemos, porque de verdad yo te amo Miriam y no me importa que me faltan algunas cosas que saber de ti, sólo quiero que me des una oportunidad.-
La verdad es que sus palabras me motivaron al %100 asi que tomé su rostro con mis dos manos y le susurré.
Miriam: -John...no tienes de qué preocuparte, si te daré esa oportunidad que tanto quieres, pero solo quiero esperar unos dias, ¿esta bien?.-
El asintió con la cabeza y después me acerqué y lo besé.
Miriam: -¡Buenas noches John! ¡te amo!.-
John: -¡Yo te amo mucho más princesa, descansa!.-
Me acercó a él u volvió a besarme, supongo que ese fue el beso de las buenas noches asi que le respondí de la misma manera y me dejé llevar. Cuando el beso terminó le guiñé el ojo, me bajé de su auto y corrí hacia la entrada para después entrar y ver como el coche de John se iba a lejando, sin duda alguna este dia fue el mejor de todos.
Después de ese día pasaron alrededor de 3 semanas de estar completamente enamorada de John, casi todos los días salíamos a diferentes lugares y eso me servía para ir conociéndolo cada vez más. Un dia lo invite a mi casa y al parecer a mi papá le parecía buen muchacho, cuando estában juntos se la pasaban de maravilla y hasta había veces que olvidaban que estaba ahí y se ponían a hablar cosas de hombres, aunque eso me despesperaba un poco a decir verdad, era más la felicidad que sentía al ver que mi papá lo aceptaba, no me lo dijo con palabras pero lo podía notar en su manera de ser con él y en lo bien que se llevaban. En varias ocasiones que salíamos nos encontrábamos a Moni y a Luke y recordaba que le había mentido, no podía evitar ponerme seria y John lo notaba pero le decía que no tenía nada, me daba miedo de que se enterara que fue parte de una apuesta porque pensaria que todo fue un engaño mío lo cual no es cierto pero las cosas podían acabar mal. Cuando Luke me dijo que era una mala idea lo de la apuesta me negaba a creer que era cierto que había un riesgo de que John se enterara y la relación que teníamos él y yo acabara de un dia para otro, pero por ahora lo único que podía hacer era quedarme callada y hacer como si no pasara nada.
Pasó una semana más y cada día se acercaba el día de mi cumpleaños, aproximadamente en un mes cumplía 19 años y estaba super emocionada. Pasó un día más y John me mando un mensaje repentino mientras leía mi libro favorito, estaba en mi cama y eran alrededor de las 7 de la noche.
-Hermosa, paso por tí en 1 hora, te llevaré a un lugar super rico para cenar, así que ponte más hermosa de lo que estás.
Pd: Ponte el vestido más elegante que tengas que hoy es una noche super especial.
PD2: Te amo, no lo olvides-
Brinqué de mi cama y me puse a buscar entre mis cosas, estuve media hora buscando pero no encontraba nada formal, hasta que saqué el vestido que había usado en la fiesta de Moni de 18 años y como vi que al parecer era el más elegante ese fue el indicado. Era un vestido Azul marino, con unos tirantes super delgatitos y un escote que me llegaba hasta la media espalda, por adelante no era tan escotado pero si dejaba al descubierto mi pecho sin que se me viera nada más. Era largo hasta el suelo y en la cintura tenía unas piedras plateadas que rodeaban mi delgado cuerpo, tenía un corte ligero del lado de mi pierna derecha que llegaba hasta un poco más arriba de mi rodilla, para ser sincera era muy discreto pero si elegante. Vi la hora y me faltaban escasos 20 minutos, Salí corriendo hacia mi regadera y en 10 minutos ya estaba maquillandome. A las 8 en punto sonó el timbre de mi casa, casi pego un brinco del susto que me di, salí corriendo a mi cuarto nuevamente, me coloque mis tacones plateados de apenas 6 a 8 cm y tras agarrar mi bolso y mi celular salí caminando directo hacia las escaleras, abajo podía escuchar las risas de los dos hombres que más amaba en el mundo. Comencé a bajar y en eso escuche que las risas cesaban, fui bajando lentamente hasta que fui girando hacia la izquierda y la imagen de dos personas debajo apareció sin darme cuenta, mi papa y John estaban con los ojos abiertos de par en par y los dos se quedaron sin decir absolutamente nada. Terminé de bajar el último escalón y una diminuta pero significante frase salió de la boca de John.
John: -Wow, estas preciosa-
Buenas noches mis queridos lectores, se que no subí capítulo el viernes pero no estuve en mi casa en toda la tarde y en la noche que llegué no tenía internet, escribiría desde mi celular pero no sé porqué no me deja. Espero que les este gustando mi libro y si ven que es un capítulo muy corto no se preocupen porque este viernes subiré dos capítulos en vez de 1. Porfa no duden en comentar qué les parece o si tienen algun comentaria. POr ahora tengo que retirarme pero gracias por estar leyendo mi libro, en verdad lo aprecio muchisimo, les mando muchos saludos a todos y nos leemos el viernes. Que tengan una bonita semana.
Sinceramente
Ivanna
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La vida de Miriam Wane
Teen FictionMiriam es una joven que tras la muerte de su madre, su vida se vuelve muy dolorosa, sin embargo, todo cambia el día que conoce a John, un joven que salva su vida y le enseña lo que significa amar. Lamentablemente ella hace una apuesta con su mejor...