¡Eres mía!(Ayato Sakamaki y tú)

Final:"Midnight love"(extra)LA BODA

El día había llegado.... finalmente me casaría con Ayato.

Mi querida amiga Camille, había venido del extranjero para presenciar mi boda.

Nos encontrábamos las dos juntas en mi habitación arreglándonos para la boda.

Debo admitir que ser vampiro no era nada fácil, pero después de todo estaría con Ayato para siempre... los dos felices...

Me miraba en el espejo de cuerpo completo.

El vestido de novia me llegaba hasta el piso. Mi cabello estaba amarrado en un nudo decorado por flores pequeñas blancas.

Camille: ¡te ves tan bien! ¡dios! voy a llorar....

_______: vamos, aun no es momento de llorar ni siquiera a comenzado la boda jajaja

Camille: pero... ¡te ves tan feliz a su lado!

______: claro que lo soy

Camille: Creo que ya es hora, vamos.- dijo mirando por la ventana.

______: bien...

Estaba un poco nerviosa.

Camille tomó el velo y me lo  colocó, cubriendo mi rostro con el.

Bajamos las escaleras y llegamos al jardín (donde se llevaría a cabo la boda)

Tomé mi ramo de flores blancas y comencé a caminar por el camino de la alfombra roja.

Habían bancas decoradas a ambos lados.

Todos los Sakamaki estaban allí. El único que sonreía era Laito, los demás tenían expresión seria.

Al matar a Karl Heinz, Ayato heredó su poder... podría decirse que ahora el es el jefe de la familia...

Al final del camino estaba el....

Llevaba un traje blanco con algunos listones negros.

Ayato me miraba sonriente.

La música comenzó a sonar y yo avancé por en medio de todos ellos.

Camille tomó asiento y me hizo un gesto como diciendo "todo está bien".

De pronto, un brillo de luz apareció junto a mí.

Lo miré un poco sorprendida, al parecer yo era la única que podía verlo.

De la luz, salió mi hermano sonriente.

"hermano" pensé.

Se me vinieron las lágrimas a los ojos.

Mi hermano tomó mi brazo y juntos comenzamos a caminar por la alfombra.

"Estoy muy feliz por ti hermanita" -me habló mentalmente- "creo que te dejo en muy buenas manos"

Le sonreí alegremente.

La expresión de Ayato cambió a sorpresa, pero luego sonrió con tranquilidad. Al parecer el también podía ver a mi hermano.

Jack le hizo una señal a Ayato y ambos sonrieron.

Llegué finalmente al altar.

Ayato estiró su mano para que la tomara.

Mi hermano me sonrió y luego se desvaneció lentamente.

"Adiós" pensé.

Tomé la mano de Ayato y subí el pequeño escalón.

Con ambas manos me hizo el velo hacia atrás dejando al descubierto mi rostro.