Capítulo 4: Un bello recuerdo

2.8K 229 56
                                    

Al día siguiente, los Sakamaki habían salido de viaje. Realmente no se a donde.

Ayato fue el único que se quedó. A veces me sentía culpable por él ya que tenía que vigilarme para que no muriera.

Salí de mi habitación. Tal vez explorar la mansión no era tan mala idea.

Al abrir la puerta él estaba allí, sentado contra la pared con un rostro serio.

Ayato: ¿Qué quieres?-Sus ojos verdes se posaron sobre mí-

______: No es nada.... es solo que.... olvídalo

Ayato: Ya entiendo... te preguntas por qué te vigilo tanto.- Su rostro se oscureció

______: ... (la verdad, es justo lo que quería preguntarle)

Ayato: Escucha... tu no me importas ¿está bien?, por mi puedes irte al infierno

______:Esta bien... pero no tenías por qué ser tan grosero...

Ayato: Estúpida humana... no sabes tu posición.

Ayato se puso de pie y apareció detrás de mi. Me tomó por los hombros.

Me quedé quieta.

Ayato: ¿tienes miedo?

Mi cuerpo se quedó paralizado al sentir sus fríos dedos sobre mi piel.

Me empujó dentro de la habitación y cerró la puerta de tras de él.

______: ¿Q...Qué haces?

Ayato sonrió.

Ayato: Te muestro tu posición.

Me tomó de ambas manos y me empujó a la cama tan bruscamente que me golpee la cabeza.

______: Ayato...

Se acercó a mí amenazante.

Con una mano tomó mis dos brazos y los puso por encima de mi cabeza. No podía moverme.

Ayato: Esa expresión tan llena de desesperación... me encanta.

______: Basta por favor....

Acercó su rostro a mi cuello, su aliento estaba tan cerca.

Ayato: Vamos...

Abrió su boca y me mordió bruscamente.

______: Ayato.... no....detente...-El dolor que sentía era demasiado, éste me impidió moverme-

Ayato: Calla

Con una mano me desabrochó la camisa que llevaba y me mordió nuevamente.

Comenzaron a caer lágrimas de mis ojos. Era tan doloroso.

Comenzó a acariciar una de mis piernas.

Ayato: Entiende que eres solo mía... y cada vez que me desobedezcas...serás castigada.

Ayato: Pobre humana tan estúpida... atrapada y desesperada.

Me quedé quieta.

Acercó su rostro al mío y con una mirada bastante oscura volvió a morderme en el cuello.

Ayato me mordió tantas veces que se llevó toda mi tristeza, felicidad, enojo, soledad. Dejando solo un vacío.

Por un instante, mi vista falló y me ví a mi misma jugando en un jardín alegremente. Un niño sonreía igual que yo. Era tan cálido... ¿Había sido un recuerdo? ¿ o tal vez solo había sido una ilusión?

Ayato me observó un poco confundido.

Mi perdida de sangre al fin dio efecto y comencé a perder la conciencia.

Todo se fue volviendo negro a mi alrededor.

Ayato: ¡_______!

Eso fue lo último que escuché.

Continuará!!! Para que la historia continué no olvides votar y comentar en que podría mejorar!!




¡Eres mía!(Ayato Sakamaki y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora